Con el partido igualado en 82, dos segundos en el reloj de posesión, a unos metros de su propio aro y, encima, de espaldas al cesto rival, la pelota fue a manos de Klemen Prepelic, quien llevaba una planilla de 8 lanzamientos fallados sobre 9 intentados. La situación tenía todas las condiciones necesarias para terminar en un tiempo extra. Sin embargo, el esloveno tenía otros planes.

El escolta recibió del estadounidense ex NBA Luke Harangody, giró al instante, la picó una vez con su zurda, se sacó a un adversario de encima y lanzó desde su propia línea de triple con todavía 0,6 segundos para el final.

Fue más lo que la naranja tardó en cruzar casi toda la cancha para convertirse en el triunfo de Joventut de Badalona que el tiempo que le llevó al esloveno sacar semejante plegaria... Una que se meterá de lleno en todos los compilados de fin de año del mundo a la hora de rememorar los mejores game winners de la temporada.


El partido correspondió a la Eurocopa, segundo torneo en importancia del básquet de aquel continente, detrás de la Euroliga. Con el milagroso triple, los españoles se impusieron por 85-82 ante el Darussafaka de Turquía y pasaron a tener record positivo (dos ganados y uno perdido) en el certamen internacional, al que clasificaron tras la gran temporada 2018-2019 que tuvieron de la mano del moronense Nicolás Laprovíttola y el cordobés Marcos Delía.

Tras el receso, dos de los integrantes de la Argentina subcampeona del último Mundial disputado en China, cambiaron de equipo. El base pasó al Real Madrid de Facundo Campazzo y Gabriel Deck; mientras que el pivot recaló en Virtus Bolgona de Italia, tras una brevísima estadía en México, con el Fuerza Regia de Monterrey.


Segundos antes del zapatazo del esloveno, el club turco había tenido la posibilidad de pasar al frente con el boricua Gary Browne (10 puntos), quien falló su exigido intento de triple. Prepelic, cuyo pase pertenece a Real Madrid, no había tenido un gran encuentro hasta entonces. Seis de sus nueve puntos llegaron recién en los últimos 57 segundos gracias al mencionado triple y tres tiros libres que sirvieron para empatar el juego en 82. El esloveno finalizó con 4/5 en libres, 1/5 en dobles y 1/5 en triples... Un único acierto de larga distancia, pero que significó mucho más que tres puntos.