Los precios a la salida de las fábricas registraron en septiembre una escalada promedio del 4,2 por ciento frente al mes anterior. La elevada cifra representa, sin embargo, una desaceleración frente al desborde registrado en agosto, cuando los precios mayoristas subieron 11,2 por ciento impulsados por la fuerte devaluación del peso posterior a las elecciones primarias. Los datos publicados este jueves por el Indec acumulan un incremento del 46,2 por ciento en la comparación interanual y un aumento del 40 por ciento en nueve meses de 2019. El índice del costo de la construcción registró, por su parte, un alza mensual del 2,4 por ciento. Impulsado por la suba en los materiales, el indicador asciende a 45,5 por ciento en doce meses y a 33,1 entre enero y septiembre.

Las cifras del indicador de precios mayorista (IPIM) completan la radiografía de los precios tras la corrida cambiaria. El miércoles el Indec informó que en septiembre hubo una inflación del 5,9 por ciento, la más alta del año y la segunda mayor de la era Cambiemos. En lo que va del año, el nivel general de precios acumula un alza del 37,7 por ciento y en los últimos de doce meses el aumento llega al 53,5 por ciento. "A la luz de los que nos pasó entiendo que hemos sido como un alcohólico recurrente con la inflación", sostuvo el presidente Mauricio Macri durante una entrevista con FM 104.7 de Resistencia en Chaco.

El indicador de precios mayorista (IPIM) ofrece una medición para los precios a la salida de la fábrica y se compone fundamentalmente de bienes. Esa característica lo diferencia del el índice de precios al consumidor, que además incluye un contenido vinculado a los servicios. Con esas señas particulares el indicador reacciona con mayor velocidad e intensidad a una devaluación que impacta sobre las estructuras de costos de las compañías por la existencia de insumos, partes y piezas importadas así como por la extendida pretensión entre las firmas de dolarizar sus ganancias, en un escenario de fuerte incertidumbre económica.

Los precios mayoristas de los productos manufacturados encabezaron las subas con un 5,2 por ciento mensual. Las trepadas más intensas se observaron en dos rubros: prendas de materiales textiles, con un alza de 11,6 por ciento, mientras que equipos y aparatos de radio y televisión aumentó 11,5 por ciento. Insumos extendidos en la construcción y la actividad fabril como los productos minerales no metálicos aumentaron 9 por ciento. Alimentos y bebidas, por su parte, marcó una suba del 6,2 por ciento en septiembre. Como reflejaron los datos de los precios en alimentos de la canasta básica contemplados en el reporte del IPC, la contención del impacto en las góndolas que pretendió habilitar el gobierno con la reducción temporaria a cero por ciento del IVA hasta fin de año comenzó a licuarse.

Durante períodos del gobierno de Cambiemos en los que el tipo de cambio permanece “estable”, como sucedió durante 2017, los precios mayoristas mostraron variaciones de entre 0,5 y 2,5 por ciento mensual. Con las sucesivas corridas cambiarias, a lo largo de 2018 el IPIM marcó valores mucho más elevados: 7,5 por ciento en mayo, 7 por ciento en junio, para alcanzar un record del 16 por ciento en septiembre. Este año, las mediciones se ubicaron en el orden del 4 al 5 por ciento hasta mayo y luego comenzaron a descender. Así se ubicó en 1,6 en junio y llegó a una variación mensual casi estable de 0,1 por ciento en julio. El descalabro financiero y cambiario registrado en agosto tras las PASO volvió a disparar el indicador. Superado ese sacudón, las cifras retornaron en septiembre a los registros de comienzos de año.