“Hubo una lluvia de inversiones, pero desde Argentina y para el exterior, a Miami o Suiza”, afirmó Roberto Lavagna en el Coloquio de IDEA. El ex ministro de Economía criticó al Gobierno por “no mostrar la menor preocupación por el hambre, el empleo y la producción”. También se manifestó en contra de la gestión kirchnerista por el aumento de la presión impositiva. Y por último, se despachó contra los CEOs: “Espero que la dirigencia empresaria no haga lo que hace siempre, que es apoyar al gobierno de turno”. Tras los disparos a los distintos sectores, también Lavagna recibió su crítica. Después de su discurso, los ejecutivos podían enviarle preguntas, y una de ellas fue: “¿Por qué estuviste tan aburrido en el debate presidencial?”

“Hay dos preocupaciones muy centrales en el empresariado, que son la cuestión fiscal y la deuda”, comenzó el discurso de Lavagna en el auditorio del hotel Sheraton. Explicó que la única forma de resolverlos es si la economía crece: “Si no somos capaces de generar producción, empleo o inversiones, no vamos a solucionar nada”.

El candidato criticó en reiteradas oportunidades al gobierno de Mauricio Macri, al indicar que en los últimos cuatro años salieron del país 70 mil millones de dólares. “Hubo una lluvia de inversiones, pero hacia afuera”, aseguró al ironizar sobre la famosa frase del Presidente. Por otro lado, dijo que el Gobierno fue insensible ante el aumento de la pobreza: “Miran para otro lado mientras el hambre aparece con fuerza”.

También disparó contra la gestión de Cristina Kirchner, donde desde 2012 hasta 2015 la economía cayó en los años pares. “Hace 8 años que estamos estancados, con políticas totalmente opuestas, con un gobierno con un fuerte grado de intervención en la economía, y con otro con una visión en lo financiero que no tuvo la menor preocupación por el empleo y la producción”, manifestó. Aunque aclaró: “Hace dos años que ya no estamos estancados, sino que directamente hay una caída del producto”. Su recomendación fue que para superar ese péndulo se podrían combinar políticas ortodoxas y heterodoxas.

Después de su discurso, el candidato conversó en el escenario con la periodista Liliana Franco, quien recopiló las consultas de los empresarios. Ante una de las consultas, volvió a ratificar que, en caso de no ser elegido presidente, no será ministro de Economía de un potencial gobierno del Frente de Todos. Luego de disparar críticas, fue el momento de recibir la suya. Una de las preguntas del público fue: ¿Por qué estuvo tan aburrido en el debate presidencial? Lavagna contestó: “Yo mismo dije que me sentí incómodo, mi manejo con las cámaras no es el mejor”, afirmó, y fue aplaudido por el auditorio. Sin embargo, justificó: “Mientras otros hablaban de los derechos humanos de Ecuador o de los años setenta, yo dije que en materia de derechos humanos, hoy hay que mirar que el hambre apareció con fuerza. Si hablar del hambre es aburrido, soy aburrido”.