Las presiones cambiarias preocupan cada vez más entre los inversores. En la semana hubo una disparada en la cotización del dólar negociado en la bolsa. Este viernes el tipo de cambio operado con bonos se ubicó en 71 pesos y el contado con liquidación (usado para girar divisas al exterior) finalizó en torno de los 74 pesos. Estas cotizaciones se ubicaban a mitad de semana cerca de los 65 pesos. La interpretación de esta escalada es intuitiva. Las empresas empezaron nuevamente a apurar sus decisiones de dolarización ante la falta de efectividad del plan macro para contener la crisis financiera.

La preocupación del mercado se concentra en distintos puntos. El principal es el ritmo de caída diaria de las reservas internacionales. En el cierre de la semana se posicionaron en 47.448 millones de dólares y retrocedieron 146 millones respecto del jueves. El promedio de pérdida por día fue de 110 millones de dólares en las últimas cuatro semanas.

El mercado estima que para fin de año quedarán menos de 8500 millones de dólares líquidas en el Central y no descarta que en las próximas semanas se refuercen los controles cambiarios o directamente se desdoble el tipo de cambio. Las cuentas de la autoridad monetaria no cierran porque nadie quiere vender sus dólares en el oficial y todos consideran que la divisa en 60 pesos es una oportunidad de compra. La entidad a cargo de Guido Sandleris ofrece cerca de 80 millones de dólares por día para intentar contener presiones.

Los depósitos en moneda extranjera son otra de las variables que enciende luces de alerta en el sistema financiero. El último dato disponible llega al 15 de octubre. Ese día los depósitos se ubicaron en 21.001 millones de dólares y marcaron una caída de 32 millones en relación con la jornada anterior. Desde las elecciones acumularon una caída de 11.499 millones y los consultores estiman que los retiros pueden volver a acelerarse. En las últimas semanas no se consiguió recomponer la confianza entre los ahorristas.

El riesgo país muestra también el rebote de la incertidumbre entre los inversores. El indicador elaborado por el JP Moran terminó este viernes en 2057 unidades y marcó un aumento de 169 puntos en la semana. Los bonos de corto plazo fueron uno de los que recibieron un importante impacto. El Bonar 2020 finalizó por debajo de los 39 dólares y acumula caídas del 14 por ciento en lo que va de octubre. En el año el rojo asciende al 60 por ciento. El salto de la cotización del tipo de cambio implícito en la bolsa moderó este viernes las caídas de las acciones en pesos.