Horacio Boix fue finalmente expulsado del Sindicato de Peones de Taxis de Rosario. Así lo resolvió la asamblea realizada ayer en la sede del gremio, en Salta 2800. La sanción lo alcanza no sólo en el cargo de secretario general sino también como afiliado y tiene como telón de fondo la grave denuncia por malversación o desvío de fondos del orden de los 3 millones 750 mil pesos que supuestamente el cuestionado dirigente no pudo justificar.

De acuerdo al estatuto de la institución, el cargo de secretario general de la institución será ocupado desde hoy por Horacio Yannotti, quien se venía desempeñando como número dos del sindicato y quien impulsó las denuncias por manejos irregulares dentro de la institución.

Yannotti aseguró que "participaron más de 200 afiliados, de los cuales estuvieron habilitados para votar unos 145. El resultado fue 143 a favor de la expulsión de Boix y 2 en contra. La expulsión de Boix se impuso por paliza".

El dirigente afirmó que el acto "se desarrolló en absoluta normalidad, fue fiscalizado por una escribana y por veedores de otros gremios. Así termina un proceso que se inició hace 45 días con la suspensión de Boix, quien será notificado por carta documento de lo resuelto por esta asamblea porque hoy no estuvo presente aquí a pesar de que se lo invitó a participar".

"Boix ya no es más el secretario general del sindicato, ni tampoco afiliado. Así lo resolvió nuestra asamblea, que es el único organismo que puede tomar una decisión de esas características. No hay otro órgano ni nacional ni judicial que tenga potestad para expulsar a un dirigente", subrayó Yannotti.

El ahora secretario general del Sindicato de Peones de Taxis remarcó que "Boix fue expulsado del gremio como socio. Se le dio la oportunidad a través de carta documento, de que haga su descargo, pero optó por no concurrir".

En este sentido el líder gremial consignó que en la asamblea se les entregó a cada uno de los participantes copias del informe contable externo que realizó el Colegio de Profesionales de Ciencias Económicas "en el que se estableció que Boix hizo una erogación entre el 1º de este año y el 31 de agosto de unos 3 millones 750 mil pesos que no pudo justificar". Y remarcó que la resolución de la asamblea expulsando a Boxi "es caso cerrado", y agregó que si el Ministerio de Trabajo pidiera otro requisito para convalidadarla, "el gremio está a disposición para realizarlo. La asamblea se hizo correctamente en forma gráfica y con imágenes. Están las planillas disponibles y las ponemos a disposición para verificar la veracidad de la votación".

El nuevo líder de los taxistas estimó que Boix no tiene más derecho de entrar al sindicato. "Si el lunes, desestimando lo resuelto hoy por la asamblea, Boix se presentara en el sindicato para ocupar si cargo, no le vamos a permitir el acceso al edificio".

 

Boix había sido suspendido por 45 días en su cargo al frente del sindicato, plazo que vencía ayer. La interna gremial se desató como consecuencia de un incidente vial en el que el dirigente chocó a un patrullero cuando iba al volante de un lujoso Audi A7, que figura a nombre del gremio y tenía el seguro vencido. Fue el domingo en el que comenzó septiembre. A partir de entonces, y a la par de las actuaciones judiciales por el accidente, hubo revuelo interno y lupa sobre las cuentas de la representación de los peones de taxis. Salió a flote, en ese trance, una denuncia del tesorero de la entidad contra Boix, de abril, por irregularidades en el manejo de los fondos. La suspensión a Boix comunicada el lunes siguiente -la oposición dijo que estaba decidida desde el jueves previo- cerró el principio del fin del predominio del dirigente.