El dólar oficial alcanzó los 61 pesos en el promedio de los bancos del microcentro porteño. El tipo de cambio que se opera en la bolsa se ubicó en 75 pesos y los bonos en moneda extranjera bajaron hasta cinco por ciento. El Banco Central intervino con más de 150 millones de dólares y las reservas internacionales se derrumbaron 563 millones por un pago de deuda.

El nivel de incertidumbre entre los inversores aumenta a medida que se acercan las elecciones. La semana pasada hubo un fuerte salto de la brecha cambiaria (diferencia entre la cotización del tipo de cambio oficial y la del dólar paralelo) y en el inicio de esta semana continuaron las presiones. La diferencia de cotización entre el dólar mayorista y el contado con liquidación ya es de más de 17 pesos (30 por ciento).

El tipo de cambio paralelo (ilegal) aumentó este lunes casi un peso y finalizó en torno de los 67. Las agencias de cambio de la city aseguran que se acrecentó de nuevo el hormigueo y las colas para hacer compras por ventanilla usando el DNI. Las financieras contratan a personas que prestan su CUIT para hacer compras de hasta 1000 dólares a precio oficial y luego revenden estas divisas en el paralelo ganando más de un 10 por ciento.

Los almuerzos y reuniones de negocios en el mercado tienen un tema de debate repetido. A qué precio va estar el dólar la próxima semana y a cuánto va a estar en diciembre. Practicar la futurología respecto de la cotización de la divisa en la Argentina es una costumbre de distintos economistas y consultores. En estos días tienen lecturas contrapuestas.

Los economistas pesimistas no creen que el Central pueda sostener la cotización del tipo de cambio oficial por mucho tiempo y adelantan una nueva ronda de devaluación. Para estos consultores el dólar oficial puede saltar por arriba de 70 pesos en pocos días. El ejemplo que usan es el de las elecciones anteriores en la que la autoridad monetaria se corrió del mercado y dejó subir casi 30 por ciento en un par de horas el tipo de cambio.

Los economistas optimistas miran distinto el panorama. Para estos analistas el Central tiene margen para defender la divisa en torno de 60 pesos y lo que ocurrirá tras las elecciones es que se reforzarán los controles en el mercado cambiario (o se desdoblará el tipo de cambio). El principal interrogante no son las próximas semanas sino en qué situación llegarán las reservas a mediados de diciembre. El salto cambiario sería casi inevitable si en los dos meses que restan para cerrar el año las divisas del Central se acercan a cero.

El nivel de caída de las reservas en los últimos meses resulta alarmante y marca la falta de pericia para controlar la crisis financiera. La autoridad monetaria registró este lunes 46.885 millones de dólares en stock cuando la cifra era de 66.309 millones el 9 de agosto. Esto implica que en un poco más de 60 días se perdieron 19.424 millones de dólares. El equivalente a cinco puntos del pib o a casi todo el déficit financiero del Gobierno.

Los depósitos en moneda extranjera empiezan a mirarse cada vez con más detalle. El rebote de la incertidumbre en los últimos días podría acelerar el retiro de divisas de la banca y seguir potenciando la presión financiera. El organismo a cargo de Guido Sandleris informó que el 16 de octubre hubo un retiro de 90 millones de dólares y desde las elecciones de agosto la salida fue de 11.589 millones.

La preocupación en el mercado también se concentra sobre el nivel de depósitos a plazo fijo del sector privado. En los últimos dos meses se desarmaron plazos fijos por 108 mil millones de pesos y no se renovaron intereses por otros 100 mil millones. Fueron una de las fuentes de presión en el mercado de divisas. La principal preocupación es que la dolarización de un nivel mayor de plazos fijos en pesos exacerbe la brecha cambiaria.