Diputados del PJ y la UCR le pedirán al presidente de la Cámara, Antonio Bonfatti, que convoque la semana que viene a una “sesión especial” para tratar la ley que declare la “necesidad” de la reforma de la Constitución de Santa Fe. La solicitud será formalizada en las próximas horas, según reveló ayer el diputado Alejandro Boscarol, uno de los seis radicales que ya anunciaron su apoyo a la propuesta. Los otros son: sus once colegas del peronismo y los cuatro del centro izquierda. “La idea es avanzar esta semana en un acuerdo político que habilite la reforma”, para lo cual es necesaria una mayoría calificada de 34 votos. El consenso se amplía porque el proyecto “no tiene sello partidario” –dijo Boscarol- y “no incluye la reelección del gobernador de la provincia”, que fue el acicate de Miguel  Lifschitz en su intento por lograr un segundo mandato y fracasó en agosto de 2018.

Boscarol confirmó que los seis diputados de su bloque (Santiago Mascheroni, el presidente de la UCR Julián Galdeano, Susana Bertone, Patricia Tepp y Héctor Gregoret) votarán para que la Cámara habilite la reforma. Y en esa línea anotó a sus cuatro colegas del centro izquierda (Rubén Giustiniani, Silvia Augsburger, Carlos Del Frade y Mercedes Meier). Más, los once diputados del PJ y los nueve de Cambiemos sumarían 30 voluntades. Faltarían cuatro votos. Pero en el Frente Progresista es secreto a voces que cinco diputados aliados al socialismo también están de acuerdo con la reforma, entre ellos Ariel Bermúdez, quien coincide con el intendente electo Pablo Javkin que “ésta sería una buena oportunidad” para consagrar la “autonomía” de las ciudades de Rosario y Santa Fe.

“La reforma constitucional nunca salió de la agenda de la Cámara”, dijo Boscarol por LT9. Los cuatro proyectos están en comisiones. Dos son del PJ, uno impulsado por Héctor Cavallero y el otro por Luis Rubeo. El tercero el de Giustiniani y su interbloque. Y el cuarto el de Lifschitz que “proponía su propia reelección y ese fue el detonante” para que la Cámara rechazara su tratamiento sobre tablas, en agosto de 2018. “Lifschitz no aprendió la lección de la historia, que en 35 años de democracia todos los gobernadores que quisieron reformar la Constitución y pusieron por delante su reelección, fracasaron”, agregó Boscarol.

“Ahora, lo que se busca es que la Cámara declare la necesidad de la reforma y nada más”. En el texto de la ley, “sólo se mencionarían los títulos a tratar, de manera neutral, porque tampoco sería una reforma total”, explicó Boscarol. Así que los “contenidos” y el alcance de la reforma quedará a cargo de los constituyentes. El plazo es el mismo que plantearon sus colegas del PJ: elegir convencionales en 2021 en las elecciones de medio término y la Asamblea Constituyente sesionaría a partir de marzo de 2022 por un plazo máximo de seis meses (120 días con una prórroga de 60).

Lo que buscamos es “una decisión política” de convocar a la reforma. “La mayoría de los legisladores están de acuerdo”. “Sacamos el tema de la reelección del gobernador porque no va a estar en el texto de la ley”. Y además, este proyecto “no tiene sello partidario, no es del PJ. Esto nace por iniciativa de los diputados Giustiniani y Del Frade que fueron los primeros que vinieron a hablar conmigo", reveló Boscarol. "Así que no veo motivo para que haya oposición del socialismo”.

-¿Cómo siguen las negociaciones? –le preguntaron.

-La idea es conversar esta semana con todos los diputados para llegar al número que requiere declarar la necesidad de la reforma (los 34 votos). Y (mañana) jueves o el viernes pedirle al presidente de la Cámara una sesión especial para tratar el tema la semana que viene, porque ya no queda mucho tiempo –respondió.

-¿Y Bonfatti convocaría a esa sesión especial?

-Tiene que hacerlo porque si la piden los diputados tiene que convocarla. Vamos a hacer el pedido con las firmas, jueves o viernes, para que la convoque la semana próxima -concluyó.