El acusado de haber dado muerte al policía Marcos Di Fazio, al intentar evadir un control vehicular, tenía la licencia de conducir vencida desde el 18 de agosto pasado. Así lo confirmó la Fiscalía a este diario, y ayer el abogado Julio Lovey dijo que ése sería el motivo por el que su cliente, Matías Erbayo, quiso eludir el operativo, en la Florida, la madrugada del sábado. El dato se conoció mientras el agente era llevado al cementerio El Prado, acompañado por su familia y la comitiva policial que lo despidió con dolor. Además, el padre del acusado -que anteayer quedó preso e imputado por el delito de homicidio simple con dolo eventual- pidió disculpas y dijo que su hijo "no salió a matar".

El defensor, que durante la audiencia imputativa del martes apuntó a que la carátula del hecho sea la de homicidio culposo (no intencional), aseguró que no niega el suceso, sino la calificación penal que le imputó el fiscal Walter Jurado, que tiene una pena que arranca en los 8 años de prisión. Lo que Lovey plantea es que debe caberle el artículo 84 bis del código penal, que podría sumar algún agravante, pero cuya pena va de 3 a 6 años de prisión. Además, aclaró que su cliente es trabajador en el puerto y que no tiene antecedentes de ningún tipo.

"Eludió el control porque tenía la licencia de conducir vencida, no hay otro motivo, porque los análisis de sangre de alcohol y drogas dieron cero", dijo el letrado a LT8 sobre lo que al parecer fue motivo del intento de fuga del acusado. Lovey también puso en duda esa acusación. "Se detiene a los 400 metros, porque si vos atropellas a un policía y hay otros cuatro al lado, podes tener temor de parar ahí en el acto", quiso justificar. Sin embargo, nada dijo sobre la actitud de su cliente tras recibir un reproche por parte del personal que estaba en el lugar, a quienes -cuando lograron que detenga la marcha- les respondió: "No lo vi, y a mí bajame el tonito", como reflejó este diario en su edición de ayer.

Por su parte, el padre del imputado, pidió disculpas a la familia del oficial. "Mi hijo no salió a matar", aseguró Juan, en Radio 2. Además, dijo que su hijo nunca tuvo una multa y que es un hombre de bien. "No se lo que pasó; qué pensó mi hijo. Me gustaría más adelante reunirme (con la familia de la víctima) y pedir disculpas personalmente", dijo el hombre.

En tanto, el velatorio se realizó en Perú al 600, desde donde ayer fueron trasladados los restos al cementerio El Prado, de Pérez. Di Fazio, que tenía 39 años y cuatro hijos, trabajaba en el Comando Radioeléctrico y el día del hecho brindaba apoyo al control de Tránsito Municipal. "Era un buen policía, que cumplió con su deber hasta último momento. Esta fue una muerte absurda. Nosotros nos preparamos para situaciones de enfrentamiento con delincuentes, no para esto", expresó el jefe de la Unidad Regional II, Marcelo Gómez, quien estuvo presente en la despedida, junto a la subjefa Carina Degrá.

Ayer, una comitiva policial despidió sus restos y destacaron que fue "muerto en cumplimiento del deber".

Cementerio. Durante el momento en el que familia, amigos y compañeros de trabajo del policía Di Fazio despedían sus restos en el cementerio El Prado, dos hombres fueron detenidos al intentar ocultarse tras un robo en una farmacia en Pérez. Al escapar, chocaron el auto, uno de ellos huyó y otros dos se metieron al cementerio, justo cuando inhumaban los restos del agente. Los arrestados entraron al negocio ubicado en Estanislao López al 1100, en Pérez; robaron dinero de la caja y también asaltaron a los clientes. Cuando huyeron en un Volkswagen Gol gris comenzaron a ser perseguido por el personal del Comando Radioeléctrico. En ese marco, el auto chocó en la rotonda ubicada en el cruce de las rutas 33 y 14. Cuando intentaron una fuga a pie, se metieron en el cementerio donde había cientos de policías por el entierro del oficial.