El Banco Central no pudo manejar la incertidumbre financiera en los últimos dos meses. Desde las elecciones de agosto hasta el último viernes perdió 6000 millones de dólares por las intervenciones en el mercado cambiario. La cifra es el equivalente al 15 por ciento de las reservas brutas de la entidad y a más del 50 por ciento de las líquidas. Estos son los datos que más preocupan entre los inversores: la tendencia dejaría sin divisas disponibles a la autoridad monetaria antes que termine el año.

Los anuncios de la política económica se volvieron impredecibles, pero la intuición hace pensar que en las próximas semanas el Central modificará su estrategia de administración cambiaria. Entre los consultores del mercado se instalaron dos ideas. La primera indica que se bajará a menos de la mitad el cupo para ahorro de 10 mil dólares. Esto se debe a que ocho de cada diez individuos compran menos de 2 mil dólares por mes.

La medida permite contener algunas presiones. En septiembre hubo más de un millón y medio de ahorristas que adquirieron 2500 millones de dólares. La reducción en los cupos bajaría esta cifra a alrededor de 1000 millones. El monto podría ser menor si se complementa con un esquema de pre autorización de las compras con la Afip.

La contracara de esta nueva regulación sería un incremento de la brecha cambiaria. Esto se debe a que 180 mil personas que hasta ahora compraban por mes 5 mil dólares o más empezarán a buscar refugio en moneda extranjera en el mercado paralelo o en el dólar bolsa. Se trata de más de 70 mil millones de pesos que circularán por afuera del mercado cambiario oficial y que potenciarán las presiones del dólar financiero.

La segunda idea que manejan los inversores hace un par de semanas es que a partir de este lunes el Central no continuará la estrategia de controlar el tipo de cambio para los ahorristas. Las personas tendrán un mercado propio para ir a demandar divisas. El precio estaría definido por la oferta y la demanda. Uno de los consultores con mayor convocatoria del mercado y alta llegada en la entidad le aseguró a este suplemento que el piso de cotización sería de 80 pesos. El anuncio de desdoblamiento es menos probable pero no se descarta.

La tercera posibilidad –menos comentada entre los consultores pero que igual la evaluaron- es la implementación de un impuesto especial para la compra de dólares ahorro. Es uno de los mecanismos alternativos para diferenciar los tipos de cambio. Los exportadores e importadores seguirían usando el dólar oficial para evitar impactos sobre la inflación, mientras que los ahorristas pagarían un recargo por dolarizarse. Este fue uno de los esquemas utilizados hasta 2015 para la venta de divisas.

La autoridad monetaria después de las elecciones debería elegir algunas de estas estrategias para reforzar el control cambiario. En los últimos días sin embargo el Central se comportó de manera poco prudente con el uso de las reservas. La semana pasada llegó a vender hasta casi 600 millones de dólares por día para frenar el tipo de cambio. Esta falta de racionalidad para administrar las divisas de la entidad hace que sea imposible adelantar cuál va a ser la opción que finalmente decida el organismo. El lunes también puede haber sorpresas con las decisiones del organismo. Pasó en agosto tras las elecciones cuando decidió permitir en una tarde que el dólar suba cerca de 30 por ciento.