“Tenemos expectativas positivas de cara al próximo Gobierno, porque aunque la situación es compleja, difícilmente pueda empeorar”, aseguró Marcelo Girotti, CEO de BGH, una empresa tecnológica argentina con 106 años de historia. En una entrevista con PáginaI12, el ejecutivo contó cómo hizo la compañía para atravesar estos últimos años con inflación récord, caída en el consumo de electrodomésticos y elevadas tasas de interés. La compañía emplea a 1376 personas y el año pasado tuvo una facturación de 304 millones de dólares. 

- ¿Cuál es la situación de la empresa?

- En lo que es consumo de bienes durables, hubo una caída muy fuerte de la industria. En nuestro caso, esta caída terminó en diciembre del año pasado y en enero se estabilizó la demanda. Se potenció un poco con los planes para la compra de electrodomésticos, como es el Ahora 12 y el Ahora 18. En ese segmento hoy estamos estables, estructurados para atender la demanda actual, pero esperando que crezca. Lo que más afecta a las empresas de bienes durables es la falta de financiamiento.

- ¿Cómo hicieron para sortear esta caída en el consumo?

- BGH tiene 106 años, pasamos por distintos momentos del país. Somos conocidos por el negocio en electrodomésticos que es donde la compañía empezó. En microondas lideramos el mercado en un 45 por ciento y en aires acondicionados estamos en segundo lugar. Pero hoy la compañía está diversificada en otros tres negocios relacionados a servicios profesionales, y operamos en países como Uruguay, Chile, Perú, Colombia, Panamá y Guatemala. En estas otras unidades de negocio, el crecimiento está siendo muy grande y estamos exportando a toda la región. Los ingresos fuera de Argentina empiezan a ser cada vez más relevantes.

-¿Por qué, en el caso de los electrodomésticos, no pudieron aumentar las exportaciones como vaticinaba el Ministerio de Producción tras la megadevaluación de 2018?

Porque las empresas no estábamos preparadas para lo que terminó siendo 2018. Nosotros, cuando tomamos una decisión de fabricación, necesitamos de 6 a 8 meses y la crisis del año pasado fue repentina. Nadie en 2017 planificó que 2018 iba a ser como fue, tuvimos que tener una resiliencia y flexibilidad muy grande para poder ir surfeando la crisis. Aumentar las exportaciones no es algo inmediato, por eso es importante una visión de mediano y largo plazo, que nos permita a nosotros llevar adelante planes alternativos. Lo peor que le puede pasar al empresariado es no tener claro qué va a pasar en el futuro. Porque sabiendo qué es lo que va a pasar, tenemos planes y estamos diversificados para poder utilizar las posibilidades que nos brinda el momento.

-¿Cómo impactan las variaciones del dólar, que en un día puede saltar 30 por ciento como pasó después de las elecciones?

En el caso de electrodomésticos, tenemos insumos importados, que es una parte del costo. Pero como producimos en Argentina, en la fábrica de Tierra del Fuego, las devaluaciones no se pasan directamente al precio, porque parte de nuestros costos son en pesos, como la mano de obra. El año pasado cuando la inflación estuvo en alrededor del 60 por ciento y el dólar saltó en más del 100 por ciento, los productos de fabricación nacional tuvieron un aumento de precio de menos del 30 por ciento en pesos. En este sentido, esperamos que el próximo Gobierno renueve el régimen de promoción industrial en Tierra del Fuego, que vence en 2023, porque tiene mucha potencialidad y es un territorio estratégico. En lo que se refiere al negocio de exportación de servicios profesionales, como tenemos costos locales, cuanto más alto está el dólar, hay una demanda muy grande.

-¿Cuál es la expectativa en caso de que haya un cambio de Gobierno?

Tenemos expectativas positivas, hay pocos escenarios posibles para adelante, porque la situación en la que estamos ahora es compleja, pero difícilmente pueda empeorarse. Creemos que la demanda de electrodomésticos se va a mantener o crecer levemente, y tenemos expectativas muy positivas en todo lo que es exportación de servicios. Nuestro rol hoy en Argentina y en el mundo es ayudar a las empresas que están desarrollando un negocio, poder potenciarlo con herramientas tecnológicas.

-¿Está preparada la producción de la fábrica de Tierra del Fuego en caso de que haya un repunte en el consumo?

Tenemos una capacidad ociosa muy relevante, la fábrica tiene la posibilidad de duplicar la producción actual. Este año cerramos un acuerdo con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) muy bueno, en donde nosotros nos comprometimos a mantener las fuentes de trabajo. Se flexibilizó la jornada laboral, entonces eso nos da la posibilidad de mantener la capacidad, y si la demanda nuevamente empieza a repuntar se puede salir rápidamente con una producción mayor. Gracias a este acuerdo, se puede aumentar la producción con el mismo personal como mínimo en un 30 por ciento. Ojalá se den estas condiciones, porque nuestro rol es ver cómo generamos empleo. El plan estratégico de cara a los próximos años es la diversificación y la internacionalización de los negocios. 

-¿Qué medidas del próximo Gobierno consideran como positiva para el empresariado?

Todos los empresarios tienen claro que la baja de los impuestos no es algo que se pueda dar inmediatamente, por la situación que tiene el país. Pero queda claro que Argentina necesita crear empleo privado. Todo lo que permita esta generación debiera ser una de las prioridades del Gobierno que viene. Podría ser alguna mejora impositiva, como la baja en las cargas patronales, o poder retocar el marco laboral, especialmente para las pymes. Hoy la flexibilidad que tienen las empresas para estructurar la plantilla según la demanda es muy compleja.