El 26 de octubre de 2019, justo en la víspera de las elecciones presidenciales argentinas, las protestas en Chile y el golpe en Bolivia, la artista plástica contemporánea Julieta Hanono inauguró una exposición, Traducir la impenetrable, que pone en obra lo que Eduardo Galeano llamó las venas abiertas de América Latina.

Cosmología de nombres de mujeres poetas.

¿Savia o sangre? No hay diferencia, ni jerarquías, es todo uno. Cosmovisiones otras (toba/qom, post humanismo, estudios decoloniales) rigen estas visiones. Las pálidas y perfectas réplicas en yeso (grecorromanas, aztecas, mayas) del Museo de calcos y escultura comparada de la Escuela Superior de Bellas Artes "Ernesto de la Cárcova" (Av. España 1701, Costanera Sur, Ciudad de Buenos Aires) reciben ahora transfusiones de color naranja separación Iglesia-Estado, verde interrupción embarazo y violeta feminista. Esa es la magia que Julieta practica a través de líneas que como nervaduras o vasos sanguíneos parecen transformar en un cuerpo vivo el interior del centenario edificio del museo de la casi centenaria escuela, hoy sitio de extensión de la UNA (Universidad Nacional de Arte), cuya rectora es Sandra Torlucci. De ella surge la invitación a Hanono para exponer. La curadora de la muestra es la prestigiosa investigadora Andrea Giunta (directora de la próxima Bienal Mercosur, anticipa la artista; Bienal en la que Hanono está también invitada a participar).

Pálidas y perfectas réplicas reciben transfusiones de color:

naranja separación, verde interrupción y violeta feminista.

Las líneas unen nombres de poetas latinoamericanas, que Julieta pintó con gesto de pintada política en el piso: Violeta Parra, Marosa Di Giorgio, Alejandra Pizarnik y muchas más, entramadas también con textos de poetas argentinas contemporáneas que se encuentran en plena producción y a cada una de las cuales la artista pidió un poema para la muestra. Las tres instalaciones son obras en colaboración y dos de ellas fueron originadas en Rosario con referentes de la comunidad Qom en el Centro Cultural El Obrador.

La muestra, que puede visitarse de martes a domingos de 10 a 18 hasta el 15 de marzo de 2020 (pero conviene apurarse, porque la Escuela cierra a partir del solsticio de verano y reabre recién para los exámenes) incluye además una pieza de videoarte en donde un texto de Adam Smith, "Las colonias", se escribe de abajo hacia arriba sobre un plano secuencia casero de las Cataratas del Iguazú; su soundtrack es el hipnótico sonido real del agua cayendo, que resuena en las salas.

El maestro artesano Arsenio Borges (traductor del español al qomlaqtac de un texto de Hanono titulado, en su original francés, Ils) y su compañera Clorinda ("artesana también") hicieron en barro cocido y de memoria, desde la memoria del afecto en el éxodo, los 709 animalitos del monte chaqueño que representan cada uno un kilómetro recorrido a pie por Arsenio desde el norte hasta llegar a Rosario.

Los 709 animales del monte chaqueño representan cada uno 1km caminado por Arsenio Borges desde el Impenetrable a Rosario.

Julieta ideó 709 al escuchar conmovida su relato, se los encargó y pagó por el trabajo un precio justo pactado en asamblea con la comunidad. Off the record, los fondos para estos honorarios provienen de los intereses de un plazo fijo cuyo capital es la reparación que la artista recibió por sus 395 días de cautiverio (sumando desaparición y cárcel política) en el centro clandestino de detención El Pozo y en la alcaldía de la Jefatura de Policía de Rosario durante la dictadura cívico-eclesiástico-militar: trauma que ella revive al escuchar las noticias de los países hermanos, aunque viva en París.

La instalación 709 se expuso hace un año en el Museo de la Memoria de Rosario, como parte de otra muestra suya, Traducir el desborde. "Fui a trabajar ahí donde había ido antes esposada y ahora iba a pintar", comenta Julieta Hanono recordando esa experiencia, o mejor dicho esa superposición en capas de experiencia. Ella también filmó un video, El Pozo, para lo cual bajó al lugar con una cámara encendida y pudo tomarlo desde un punto de vista que ya no era el de los prisioneros.

Nacida en Buenos Aires a comienzos de la década del sesenta, Julieta Hanono cursó la escuela secundaria en Rosario, donde militaba en la UES (Unión de Estudiantes Secundarios). Al ser liberada tras incansables reclamos de su familia, estudió Bellas Artes en la Universidad Nacional de Rosario; ya en democracia, a mediados de los años '80, expuso sus vigorosas pinturas expresionistas en la hoy legendaria galería Krass. Se exilió a partir de 1990 en París, Francia, donde comenzó a escribir sus memorias en prosa poética y a desplegar una singular carrera internacional como artista con un pie en Europa y otro en América. Vuelve a Rosario todos los años. En una de esas visitas estuvo en lo que ella evoca como "el jardín mágico" de Ruperta Pérez. "Anciana" de la comunidad qom, Ruperta participó en una de sus obras del Museo de la Memoria. Esta vez le abrió las puertas de su casa para reunir un herbario de seres vivos transplantados desde el Chaco, que Julieta calcó en otra instalación.