"Manifestamos nuestra profunda preocupación respecto a las propuestas de reducir el esquema arancelario del Mercosur en forma generalizada y sin consulta previa a los sectores productivos. Una vez más, no hemos sido convocados para discutir un tema tan importante para la industria nacional", señalaron en un comunicado los empresarios marroquineros agrupados en la Confederación General Empresaria Argentina (Cgera). 

Según los números de los marroquineros, el sector "registra su cuarto año consecutivo de caída enm la actividad luego de cerrar 2018 con una baja de producción del orden del 30 por ciento respecto a 2017, y 2019 va a cerrar con una reducción productiva similar a la que tuvimos en 2018". Desde 2015, el sector del cuero acumula un achicamiento del 60 por ciento, con el cierre de más de 100 fábricas y la pérdida de 3500 puestos de trabajo. El reclamo del sector se encuadra en el impulso que el gobierno argentino está dando a "la revisión integral del Arancel Externo Común (AEC) con miras a replantear a sus socios los niveles de protección aduanera regional, y a fortalecer el sesgo exportador de las industrias locales", según definió Cancillería. La Argentina es actualmente presidente pro témpore del Mercosur durante este semestre.

"Consideramos innecesariamente apresurado reducir el arancel base a partir del cual comenzarán las desgravaciones pactadas en los Acuerdos de Libre Comercio negociados por el Mercosur con Unión Europea y EFTA, que comenzarán a cumplir sus cronogramas de desgravación una vez aprobados e internalizados con una duración para nuestro sector de 15 años. De hecho, no se encuentran actualmente dadas las condiciones mínimas de estabilidad y fortaleza del tejido productivo para considerar que pueda generarse algún impacto positivo en avanzar con una reducción del arancel externo común", advirtieron los empresarios marroquineros.

Si bien la propuesta de rebaja arancelaria todavía no es pública, circuló una versión de que la reducción sería del 50 por ciento en el arancel externo común en los próximos cuatro años. "No nos parece oportuno que tan importante decisión pueda tomarse de manera apresurada y en pleno período de transición de gobierno. Además, entendemos que cualquier propuesta de reducción de la estructura arancelaria debe estar acompañada en forma simultánea y proporcional por políticas impositivas, logísticas, financieras e industriales que mejoren la competitividad de la producción argentina desde todos los aspectos, como está avanzando Brasil. Plantear una reducción de los aranceles a la importación sin generar una mejora de la competitividad proporcional y simultánea, significaría arriesgar la sustentabilidad de la industria, sus empleos, sus inversiones y su cadena de valor", señalaron los marroquineros.