Los trabajos que realizan equipos técnicos del Gobierno para analizar las implicancias que tendría una rebaja en los aranceles del Mercosur activaron todas las alarmas en los sectores industriales. Consideran que podría llegar a ser uno de los temas a discutirse en la próxima Cumbre de Jefes de Estados del Mercosur, que se realizará en Brasil el 5 de diciembre, cinco días antes de que culmine el mandato de Macri. Su par brasileño, Jair Bolsonaro, manifestó en reiteradas oportunidades sus ansias por profundizar la apertura comercial.

Desde el Ministerio de Producción y Trabajo confirmaron a PáginaI12 que los países miembros del Mercosur están realizando “un estudio y diagnóstico de su propia estructura arancelaria”. Sin embargo, aclararon que “no hay ninguna propuesta sobre la mesa” y, en caso de que se presente, “será discutida con el sector privado previamente a tomar una decisión”. La baja de aranceles representa una preocupación para los sectores industriales, de por si golpeados por la caída del consumo y la disparada de costos. Temen que una modificación arancelaria implique problemas para la producción y el empleo, al tiempo de golpear la balanza comercial. 

Fuentes de la Unión Industrial Argentina informaron a este diario que Brasil buscará una baja drástica del arancel externo común, con distintos perfiles según el tipo de bienes. En cambio, el Ministerio de Producción buscaría convalidar esa disminución pero en forma escalonada, en un horizonte a largo plazo. Miembros de la UIA explicaron que todos los datos que obtuvieron surgieron a partir de canales informales, por lo que solicitaron una reunión con equipos del Gobierno para contar con información oficial. Esta semana recibirán en la entidad a empresarios brasileños para conversar sobre el tema. De hecho, hace algunos meses habían publicado un comunicado en conjunto con la Confederación Nacional de Industria de Brasil (CNI) para plantear dudas con respecto a acuerdos y rebajas arancelarias.

Gabriel Vienni, director de Departamentos Técnicos de la UIA, dijo a este diario que las modificaciones arancelarias deberían formar parte de una herramienta de negociación. “La apertura es un medio no un fin. El mundo no regala unilateralmente mercados, si se bajan aranceles tiene que haber concesiones equivalentes, porque la tendencia de los países es a proteger su empleo y producción”, opinó. En esta misma línea se expresó el empresario José Urtubey, vocal de la UIA. Según su postura, los aranceles externos podrían ser revisados dado que la economía mundial va variando, pero esto no debería decidirse en los últimos días de un Gobierno. “Teniendo en cuenta que el mundo no va en línea con estas medidas, deberíamos tomarnos una pausa y debatir estos cambios con las nuevas autoridades”, dijo a este diario.

Damián Regalini, empresario textil y dirigente de la Fundación Protejer, dijo que temen que se baje el arancel externo común en un 45 por ciento en la reunión del Mercosur de diciembre. En la actualidad es de hasta 35 por ciento, según el tipo de producto. Brasil pediría bajarlo a 12 por ciento y Argentina discutiría para que sea de 20 por ciento. “La información que tenemos es que el Gobierno irá con esa propuesta, ya que consideran que es algo positivo, aunque la idea que tienen de integración con el mundo hoy quedó caduca”, opinó Regalini.

La Cámara Industrial de Manufacturas del Cuero (CIME) le solicitó al Gobierno “abstenerse de aplicar una rebaja”. Lo hizo mediante notas oficiales al Ministerio de Producción, Cancillería y Presidencia. Ariel Aguilar, presidente de CIMA, dijo que no fueron consultados sobre la medida, a la que calificó como perjudicial, por tratarse de un contexto adverso ante el cierre de fábricas, la pérdida de puestos de trabajo y la caída del consumo. “Cualquier propuesta de reducción de la estructura arancelaria debe estar acompañada en forma simultánea y proporcional por políticas impositivas, logísticas, financieras e industriales que mejoren la competitividad de la producción. Reducir aranceles sin ninguna mejora es arriesgar la industria, el empleo, sus inversiones y cadena de valor”, aseguró.

Desde la Cámara del Juguete informaron que están al tanto de las reuniones que llevan a cabo los técnicos del Mercosur del "Grupo Ad Hoc para examinar la Consistencia y Dispersión del Arancel Externo Común". Fue conformado este año para analizar esta temática, y la última reunión fue el 4 de noviembre en Brasilia, según indica la página del Mercosur. El próximo encuentro está agendado para el 26 de este mes, y será el último antes de la Cumbre de Jefes de Estado del 5 de diciembre. Desde la industria del juguete recibieron la noticia con preocupación, dado que estiman que los aranceles podrían bajar del 20 al 12 por ciento en cuatro años. Están en constante contacto con la industria productiva brasileña, aunque sospechan que el tema no se terminará tratando en la reunión de diciembre. “Seguimos el tema porque nos interesa saber cuál será el impacto de esta revisión en sectores sensibles y en la competitividad, y poder dar nuestra opinión como sector”, opinó Julián Benítez, de la Cámara del Juguete.