La fiscala penal Verónica Simesen de Bielke informó que se fijó la fecha para el inicio del juicio por la violación y el femicidio de Daniela Paola Guantay, hechos por los que están acusados Carlos "Chury" o "Chuly" Agüero, Norberto "Chiqui" Silvestre, Julio César Monasterio y Juan Reynaldo Álvarez.

Los cuatro hombres llegan acusados por los delitos de "homicidio triplemente agravado por mediar violencia de género, por ser perpetrado con ensañamiento y por el concurso premeditado de dos o más personas, abuso sexual con acceso carnal agravado por el número de participantes y calificado por la muerte de la víctima", además de "tortura agravada por la muerte de la víctima", agravado por la participación de un menor de edad. 

También están acusadas una mujer y una chica. Marisel Griselda "Marisol" Urzagaste, será juzgada por homicidio agravado y tortura agravada. Y una menor de edad, que está acusada por los mismos delitos. 

La audiencia de debate se desarrollará en la Sala VII del Tribunal de Juicio con un tribunal colegiado.

La acusación afirma que Daniela fue asesinada entre la noche del jueves 2 y la madrugada del viernes 3 de marzo de 2017, en la casa de Alvarez, en el barrio 17 de Octubre. La Fiscalía sostiene que en ese lugar la joven, "que se encontraba bajo los efectos de sustancias estupefacientes", fue amarrada a una silla y Agüero, Silvestre, Monasterio, Massola, Urzagaste y "El Viejo" Alvarez, "con distintas intervenciones empezaron a hacer daño a Daniela". 

Tras asesinarla, los hombres habrían llevado el cuerpo de la joven hasta las márgenes del río Mojotoro, donde fueron encontrados muchos días después. Los atacantes le habían cortado las extremidades. 

Para el esclarecimiento de estos hechos fue fundamental el aporte de testigos de identidad reservada. 

La investigación estableció que Alvarez usaba su casa para la venta de drogas y también permitía el consumo a jóvenes, a cambio de diferentes favores sexuales y domésticos. La Fiscalía sostiene que precisamente, a cambio de droga, algunos de los acusados entregaron "a Daniela a Carlos Agüero para que fuera ajusticiada entre todos los imputados y ante el resto de los presentes, porque se le atribuía a la joven haberse apoderado de una importante cantidad de droga".

Se estableció también que Agüero andaba buscando a Daniela luego de que se le perdiera droga de su propiedad. Hay testigos que contaron que este hombre había dicho que le habían robado droga y que “le iba a cortar las manos a Daniela por ladrona”.

La mató el patriarcado 

Daniela Guantay tenía 22 años y tres hijos, de siete, cinco y tres años. Era la segunda de seis hermanos. Sus familiares la vieron por última vez la noche del 28 de febrero de 2017, en su casa del barrio Juan Manuel de Rosas

Su madre, Verónica Guantay, primero tuvo muchas dificultades para denunciar su desaparición, luego para que la ayudaran a buscar a su hija, y finalmente en la investigación.

Verónica quiso denunciar la desaparición de su hija el 2 de marzo, pero en el 911 le dijeron que debía esperar 48 horas y en la Comisaría del barrio 17 de Octubre le dijeron que iba a aparecer. Volvió el 4 de marzo, la Policía le dijo entonces que ya la estaban buscando, pero la mujer no lo creyó.

Ella misma comenzó una búsqueda casa por casa. Y se pegaron afiches con los datos de la joven. Recién el 7 de marzo, al día siguiente de un supuesto rastrillaje policial en la zona, un vecino encontró restos humanos en la ladera del río, informó al 911 y, como conocía a Verónica Guantay, le avisó de su hallazgo.

Desde el hallazgo del cuerpo la abogada de la familia, Gabriela Rodríguez, discutió con los operadores judiciales y del Ministerio Público Fiscal reclamando que el hecho se investigara como femicidio. En el transcurso de la investigación la madre de Daniela llegó a contratar a peritos forenses para aportar datos que esclarecieran el hecho.

"A Verónica la ignoraron, la silenciaron, le mintieron, la traicionaron. La ignoró el Estado por ser villera y pobre; la silenció la comisaria que no le tomó la denuncia; le mintió la ex ministra de Justicia al decirle que tenía a disposición todos los mecanismos de búsqueda. A Daniela y a Verónica las traicionó el patriarcado", sostuvo en su momento La Poderosa, organización de la que participaba Daniela y de la que es parte su madre. 

La Poderosa recordó recordó a la joven asesinada: "Compañera de su madre y de su hermana Vanina, Daniela vivió rodeada de amor por su familia y por sus hijos chiquitos. Carnavalera como ninguna, le encantaba salir a bailar y divertirse con sus amigos. Siempre con la sonrisa presente y una voz muy risueña".