De aquella promesa presidencial que Mauricio Macri lanzó en mayo de 2017 acerca de generar 700.000 nuevos puestos de trabajo, la realidad se muestra en las antípodas. Y el tiro de gracia, en el epílogo del gobierno, lo da la baja de los planes de inserción laboral para jóvenes a su primer empleo. Algo que tomó por sorpresa y que mereció el repudio, a nivel local, del propio sector patronal, la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), en este caso. "Siempre se ajusta sobre el más débil", lamentó Víctor Sarmiento, presidente de la entidad fabril.

El enésimo recorte presupuestario de Cambiemos llegó de repente y se anunció en el Boletín Oficial. La Secretaría de Trabajo lo comunicó con sigilo a sus agencias territoriales. Ante la falta de explicación formal, la interpretación de fuentes en el tema apunta a la simple razón de haber quitado recursos y discontinuar esa política de promoción de empleo, ya habiendo perdido el gobierno la elección presidencial.

Los planes eran Entrenamiento para el Trabajo (EPT), Programa de Inserción Laboral (PIL), Jövenes con Más y Mejor Trabajo, y Promover, este último orientado a personas con discapacidad.

El paquete venía desde hace unos ocho años, y hasta entonces el gobierno de Macri lo había sostenido. El PIL era la herramienta con la que Macri pensaba lograr esos 700 mil puestos nuevos de empleo. Quedó en la nada.

En base a las bolsas de trabajo de los municipios, las cámaras industriales y los centros comerciales tomaban a jóvenes de entre 18 y 24 años, para capacitarlos durante seis meses en el marco del programa EPT. El Estado nacional se hacía cargo de los aportes sociales correspondientes, y el empleador privado pagaba el seguro laboral y una asistencia médico farmacéutica. Luego de la etapa de capacitación, el empleador podía darle el alta a ese novel trabajador o a otras personas capacitadas. Entonces empezaba la fase del PIL, por la que el joven entraba directamente como empleado efectivo por un año en el que las cargas sociales corrían por cuenta del Estado, que las depositaba en la cuenta sueldo. Y la empresa pagaba las horas trabajadas de acuerdo a la categoría de convenio asignada.

"Los empresarios teníamos en cuenta este programa. Solo en Esperanza pasaron unas 2000 personas en estos ocho años, y el corte fue sorpresivo. Incluso teníamos gente para empezar el 1° de noviembre a trabajar y el Estado decidió bajar el programa", señaló el titular de Fisfe.

"Es preocupante porque era una herramienta concreta y no un subsidio para quien no trabaja, sino una inserción laboral real"

"Es preocupante porque era una herramienta concreta y no un subsidio para quien no trabaja, sino una inserción laboral real. La herramienta justa para que nosotros como empresa cumplamos un rol social. Además, estaba destinada a la franja etárea de 18 24 años, etapa complicada, crítica. Beneficiaba a ambas partes, pero lamentablemente siempre se ajusta por el más débil. Esta discontinuidad ha generado un impacto muy fuerte, no solo en Santa Fe, también en otras provincias como Santiago, Tucumán, Entre Ríos. Quizás en las grandes ciudades pase desapercibido, pero en los municipios más chicos se nota. En Esperanza había pronto a incorporarse 25 personas en distintas empresas y rubros, en Rafaela 35, y así en todo el país", analizó Sarmiento.

Estimaciones extraoficiales suponen que la eliminación de estos programas de intermediación laboral clausuraron el horizonte de empleabilidad a unos 3.500 jóvenes de ambos sexos de distintas latitudes.

Desde Fisfe se informó que "la agencia territorial de Santa Fe (delegación regional de la Secretaría de Trabajo y Empleo de la Nación) ha informado a diferentes oficinas de empleo locales que ya no se aprobaron las diferentes acciones de intermediación laboral de noviembre, por lo que les recomiendan no iniciar nuevos expedientes".

La novedad causó malestar en la comunidad empresarial santafesina vinculada a Fisfe. "Tanto PIL como EPT son iniciativas muy eficientes para promover la inserción de trabajadores desocupados en empleos de calidad. En momentos donde la evolución del empleo privado registrado muestra una performance preocupante (con mayor énfasis en el sector industrial, que en agosto presentó una caída del 4,9% interanual) resulta sumamente llamativa esta decisión", consignó la entidad industrial.

"Si bien son ampliamente conocidas las noticias respecto de la compleja situación fiscal del Estado, entendemos que las decisiones de ajuste deberían evitar alcanzar este tipo de iniciativas que buscan fomentar la generación de oportunidades laborales (con énfasis en aquellas personas con mayores dificultades de empleabilidad)", concluyó el mensaje empresario.