Miguel Lifschitz no quiere entregarle a Omar Perotti el bastón y la banda del gobernador de Santa Fe el miércoles 11 de diciembre, a las 19, en la explanada de la Casa Gris, como Hermes Binner se los entregó a Antonio Bonfatti, hace ocho años. El mandatario electo propuso el traspaso del poder en la provincia en el mismo lugar y a la misma hora de aquel recambio socialista, de cara a la plaza de Mayo, porque ya invitó al presidente electo Alberto Fernández, que asumirá el día anterior, y a sus colegas gobernadores. Pero Lifschizt le dijo que no. Y ofreció hacer el acto a la mañana: aprovechó que –casualmente- su vice Carlos Fascendini convocó a la Asamblea Legislativa, a las 11, y propuso entregarle a Perotti el bastón y la banda “inmediatamente después” de su juramento ante los legisladores, o bien –como segunda opción-, al mediodía en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, en ambos casos en recintos cerrados. El argumento del saliente es que “no quiere interferir” en la “ceremonia” de la tarde y quedar expuesto ante “una concurrencia” que tendrá “características de acto político partidario”, dice la carta que el ministro de Gobierno Pablo Farías le mandó ayer al equipo de Perotti.

El gobernador electo planteó desde el principio que quería asumir en la explanada de la Casa de Gobierno, frente a la plaza de Mayo, de “cara a la gente”. Así lo hizo cuando asumió su primera intendencia, en los ’90, frente a la plaza de Rafaela. Y así se le pidió a su equipo que espera más de 1.000 invitados especiales. Esta semana, Perotti se reunió con Alberto F. para transmitirle su deseo de que lo acompañe en la fiesta peronista, a la que quiere sumar a los gobernadores.

Por eso, la convocatoria es a la tarde. Lo dice la tarjeta: “El gobernador electo se complace en invitar a usted a participar en la ceremonia de traspaso de mando y jura y asunción de los señores miembros del gabinete provincial que se realizará el miércoles 11 de diciembre, a las 19, en la explanada central de la Casa de Gobierno”.

Sin embargo, Perotti no será el primer gobernador que asume en las puertas de la Casa Gris. Ya lo hizo Bonfatti, el 11 de diciembre de 2011, cuando todos los actos también fueron a la tarde. La ex vicegobernadora Griselda Tessio convocó a la Asamblea Legislativa, a las 19, a diferencia de lo que hizo ahora Fascendini que –sugestivamente- la citó a las 11. Bonfatti juró ante los legisladores, leyó su primer discurso y después caminó hasta la Casa de Gobierno, donde en la explanada Binner le colocó la banda, le entregó el bastón y luego él tomó el juramento a los ministros de su gabinete. “Traspaso y jura ante la gente”, elogiaban las crónicas.

Ayer, el ministro Farías le anunció al equipo de Perotti que Lifschitz no quiere repetir lo que Binner y Bonfatti acordaron en 2011 y entregar los atributos del poder en la explanada de la Casa Gris, como pidió el gobernador electo. El pretexto –otra casualidad- es que Fascendini ya citó a la Asamblea Legislativa a las 11, para recibir el juramento de Perotti y escuchar su primer discurso. Y ofreció dos alternativas. Que la “ceremonia de traspaso de los atributos” del poder de Lifschitz a Perotti se realice “ante la misma Asamblea Legislativa” o bien un rato después, alrededor del mediodía, en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, como ocurrió “en anteriores ocasiones de traspaso de mando en nuestra provincia”.

Según el ministro, Lifschitz no quiere “interferir de ningún modo en la ceremonia” de la tarde, que “legítimamente tendrá una concurrencia con características de acto político partidario” y de paso no quedar expuesto a otras expresiones que no sean aplausos.

Farías dijo que la “alternativa” que Lifschitz entregue el mando a Perotti en la Legislatura –que no reconoce antecedentes cercanos en Santa Fe- “se ha implementado en diversas ocasiones a nivel nacional” en el Congreso y es “la elegida” por Alberto Fernández para que Mauricio Macri le entregue el bastón y la banda. “Formalmente reúne los mismos requisitos que el acto en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno” y cumple “la necesidad de contar con tan importante momento institucional, cargado de simbolismo”, arengó el ministro.