Una de las consecuencias de las luchas feministas es el definitivo abandono por parte de la justicia de la carátula "crimen pasional", nefasta caracterización que habilitaba la atenuación de las condenas de muchos asesinos. Ocurre que junto a esta pertinente corrección se suele decir: si te maltrata no es amor. Frase bienintencionada, aunque complicada, porque podría dejar entrever que el amor sería siempre bueno. La experiencia clínica indica lo contrario. Hay amores buenos y malos. A veces con las mejores intenciones, se le hace daño al ser amado. "A menudo los hijos se nos parecen, así nos dan la primera satisfacción" cantaba Serrat y es que el amor siempre tiene una raíz narcisista, esto es: amo en ti lo que se refleja de mi mismo. Hay algo mucho más complejo aún, y es que en esta tierra el amor puro no existe, siempre hay un resto de goce que, lejos de buscar el bien del semejante, se satisface en sí mismo. Las frases de connotación sexual constituyen nuestro mejor testimonio: matame papito, partile la cara de un beso, y otras peores aún, trasuntan un apetito que poco tiene que ver con la armonía o la dulzura. Se trata del componente sádico masoquista que guarda toda relación amorosa. El drama está cuando algunos de los partenaire queda captado por una condición erótica violenta. La fantasía de paliza constituye un momento en el crecimiento de todo niño. Quienes se quedan fijados en ese instante pueden confundir el maltrato con el buen amor. Nadie quiere ser golpeado, sino experimentar la intensidad del encuentro. El amor brinda emociones indispensables, por eso mismo: no lo idealicemos: hay amores que hacen mal. Será por eso que Charly canta; "Dame un poquito de amor, no quiero un toco".

*Psicoanalista. Fragmento.