Solicitaron información y escucharon los planteos del sector en medio de un terreno minado donde todos están pensando en la reestructuración de la deuda. Con ese guión se desarrolló el encuentro que mantuvo a mediados de esta semana Guillermo Nielsen con autoridades de los Fondos Comunes de Inversión. El ex secretario de Finanzas se presentó junto con otro ex secretario de Finanzas: Adrián Cosentino, que lo acompaña desde hace algunos meses junto con su equipo de abogados en el diseño de una propuesta sobre una posible renegociación de la deuda con acreedores privados para evalúe Alberto Fernández . La dupla aclaró que participaban del encuentro a título personal, sin precisar si tendrán un rol en el gabinete a partir del 10 de diciembre. Y si bien no evacuó la ansiedad reinante entre los jugadores del mercado ante un proceso que reconocen inevitable, el convite con los representantes de la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión ofició de escenario para colocar a Nielsen y Cosentino como otra voz en materia de reestructuración de la deuda.

La información del encuentro, que trascendió a través de Télam, señaló que “un grupo de administradores de fondos comunes de inversión se reunieron con el economista Guillermo Nielsen, asesor económico del presidente electo Alberto Fernández, con quien analizaron la cantidad de deuda pública que componen las carteras”. Los fondos comunes son uno de los principales acreedores de bonos de corto plazo emitidos por las distintas capas geológicas de funcionarios de Cambiemos que se sucedieron a lo largo de los últimos cuatro años: Luis Caputo, Alfonso Prat-Gay, Pedro Lacoste, Federico Sturzenegger, Lucas Llach, Nicolás Dujovne, Santiago Bausili, Guido Sandleris y Gustavo Cañonero. Como tales, las entidades dependientes en muchos casos de grandes bancos como BBVA, HSBC, ICBC y Banco Nación fueron uno de los sectores más afectados por el “reperfilamiento” de la deuda pública en pesos anunciado a finales de agosto. Quienes también sufrieron por el default selectivo declarado por el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el derrumbe del valor de las cuotapartes fueron las personas que ahorraban a través de esos instrumentos.

El cable de la agencia estatal de noticias sostiene que Nielsen y Cosentino “se mostraron interesados en cómo afectaría las carteras de los fondos comunes de inversión un eventual canje de bonos” y enfatiza que “ambos aclararon que sólo estaban a título personal y, aunque no estaba definido qué papel jugarían en un eventual gabinete del próximo gobierno, sólo se limitaron a escuchar a los hombres de negocio”. Desde la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión indicaron que pretenden presentarle a Nielsen “una propuesta de canje por escrito, con la totalidad de tenencias de títulos públicos en sus portfolios”.

Nielsen es uno de los interlocutores del presidente electo con el mercado. El futuro presidente valora aquello que el economista explota como carta de presentación: «Negociador de los dos acuerdos de la Argentina con el FMI del 2003 (con Duhalde y con Néstor Kirchner)», sostiene el economista en su breve biografía de Twitter. Fernández considera que fue el ex secretario de Finanzas quien le puso el cuerpo a la primera etapa de la reestructuración de la deuda, donde se logró normalizar el 76 por ciento de los pasivos en default. Cosentino, en tanto, ocupó un lugar preeminente en la renegociación de la deuda de 2010 cuando el porcentaje de adhesión al canje escaló al 92,4 por ciento de la deuda en cesación de pagos. A pesar de la crítica situación que exhibe el país en el frente externo, en esta oportunidad quienes estén al frente de la renegociación de la deuda contarán con una ventaja: Argentina continúa pagando en tiempo y forma sus obligaciones.