"Le creemos a la víctima". Con esas palabras la senadora y vicepresidenta del bloque del Frente de Todos , Anabel Fernández Sagasti, y su par de La Pampa y titular de la Banca de la Mujer, Norma Durango, ratificaron la posición del bloque peronista frente a la denuncia por abuso sexual contra el senador José Alperovich , a quien la Cámara alta le aceptó por unanimidad el pedido de licencia , que se extenderá por seis meses. 

Ambas legisladoras de la bancada mayoritaria del peronismo en el Senado coincidieron en solicitar una respuesta  "ágil y rápida" del Poder Judicial para definir la culpabilidad o no del exgobernador tucumano. La víctima hizo pública la denuncia el viernes pasado y el lunes la ratificó en los tribunales provinciales, cosa que también hará en Buenos Aires, ya que los abusos ocurrieron en las dos jurisdicciones entre 2017 y 2019. 

"El rápido accionar de la Justicia es necesario para que la víctima pueda tener su reparación, si así se confirma y, por supuesto, todos los argentinos podamos saber qué ha sucedido. A todos los argentinos nos duele", señaló Fernández Sagasti, flamante vicepresidenta del bloque que integra Alperovich, y sentenció:  "Nosotras siempre le creemos a las mujeres".  

Frente a la rápida desmentida que realizó Alperovich desde Miami, donde estaba de vacaciones, la vicepresidenta del bloque del Frente de Todos consideró que como para "cualquier argentino, rige el principio de inocencia", pero advirtió "tendrá que demostrar en la Justicia qué es lo que sucedió". 

En su apuro por frenar el impacto de la denuncia en su contra, Alperovich no solo negó la denuncia sino que hizo público el nombre de la denunciante, su sobrina de 29 años. "Tomé de malísima manera esa actitud, que es condenable porque revictimiza a la denunciante", advirtió Durango. 

La presidenta de la Banca de la Mujer destacó la actitud que tomó en la Cámara alta y el pedido de licencia de Alperovich para que sea la Justicia la que defina su situación. "Le creemos a la víctima", insistió Durango. 

La senadora aprovechó la exposición del caso para denunciar que la Banca de la Mujer había solicitado en reiteradas oportunidades a la titular del Senado, Gabriela Michetti, que pusiera en marcha el protocolo de violencia contra la mujer, que fue aplicado por primera vez en este caso.