El cierre del mandato de Mauricio Macri marca el peor año para las ventas de vehículos cero kilómetro desde 2005. En noviembre se patentaron 25.624 unidades, lo cual implica una caída del 35,5 por ciento en la comparación interanual. En once meses, la merma acumulada es del 43,4 por ciento frente al mismo período del 2018, mientras que la comparación con once meses de 2015 arroja una caída del 28 por ciento. El resultado automotor se explica por el fuerte encarecimiento de los vehículos, ligados a la cotización del dólar, junto a las altas tasas de interés que restringen la posibilidad del financiamiento, mientras los salarios corren por detrás a la inflación y hay fuerte incertidumbre económica general que hace postergar decisiones de gasto en bienes durables.

"Las cifras de noviembre muestran que el mercado profundiza la caída, por eso necesitamos en forma urgente medidas para cambiar el rumbo de nuestro sector”, dijo Ricardo Salomé, presidente de Acara, que reúne a los concesionarios. En tanto, Rubén Beato, secretario general de la entidad, completó indicando que "venimos de un año muy difícil, en el que a la caída sostenida de la demanda se ha sumado la voracidad fiscal de algunos distritos, que incluso nos han obligado a tributar fuera de lo que establece el nuevo Código Civil de la Nación. El caso de la provincia de Buenos Aires es el más grave". Los empresarios contradicen el discurso oficial, que pondera un supuesto alivio fiscal desplegado en estos años.

Entre enero y noviembre se patentaron 438.230 unidades en el mercado local. El dato queda muy por debajo de la marca de los últimos años. Durante la gestión de Macri, entre enero y noviembre de 2016 se patentaron 669.345 unidades; en 2017, 853.404 y en 2018: 774.715 unidades. Durante el segundo mandato de CFK, se patentaron 803.622 unidades en once meses de 2012; 904.707 en 2013; 656.602 en 2014 y 611.051 en 2015. En 2009, año afectado por el estallido de la peor crisis económica global desde el crack de Wall Street en 1929, el mercado argentino patentó 491.602 unidades. Es necesario retrotraerse hasta 2005 para encontrar un número menor al nivel de las ventas actuales.

La marca de mayor participación en el mercado local en lo que va del año es Volkswagen, con 66.189 unidades, el 15,4 por ciento de la plaza. La caída interanual de las ventas de la marca alemana es del 42,3 por ciento. Volkswagen vendió en el mismo período de 2011 un total de 165.226 unidades en el mercado local, 2,5 veces el volumen actual de ventas. En el caso de Chevrolet, las ventas entre enero y noviembre acumulan 48.225 unidades, una caída interanual del 50,7 por ciento. Si se compara frente a 2011, la merma es del 62,5 por ciento (127.809 unidades). Para Renault, las ventas entre enero y noviembre acumulan 60.737 unidades, una caída interanual del 44,7 por ciento, similar a la baja frente a 2011.

El fuerte retroceso del mercado interno de autos explica las suspensiones masivas y decisiones de discontinuar inversiones por parte de las empresas automotrices y los despidos y cierres de firmas autopartistas. El panorama es aun más complejo por la decisión política del gobierno de Brasil de avanzar en la liberalización comercial y reducir la protección arancelaria del Mercosur frente a países extrazona, esquema que es clave para el sector automotor. 

Distinto es el caso de Toyota, que este año acumula ventas por 62.014 unidades, una baja del 30,4 por ciento frente al mismo período de 2018. Pero en 2011, la marca japonesa vendía en el país 35.230 unidades. El crecimiento tendencial se explica porque arrancó de un piso muy bajo y ganó mucha participación de mercado gracias a la buena aceptación de la pick up Hilux y los autos, Corolla y Etios. De hecho, Toyota es una de las automotrices menos afectadas por las suspensiones de personal.