Desde Santa Fe

La semana que viene el peronismo vuelve a la Casa Gris, pero Santa Fe no sólo cambiará el color político. Después de tres gobernadores de Rosario y doce años de gestiones socialistas –en un hecho inédito en la provincia-, la semana que viene asumirá un gobernador del centro norte: Omar Perotti, a quien acompañará su vice Alejandra Rodenas, que aporta el equilibrio territorial a la fórmula. El juramento de ambos será el miércoles 11 de diciembre, a las 17, ante la Asamblea Legislativa, donde Perotti anunciará su plan de gobierno en su primer discurso ante diputados y senadores. Luego, el traspaso del mando se realizará en el Salón Blanco de la Casa Gris, donde el mandatario recibirá el bastón y la banda de manos del saliente Miguel Lifschitz. Y por último, a las 19, en la explanada de la sede oficial, frente a la plaza de Mayo, van a jurar los doce ministros y una secretaria de Estado, en un acto que se anuncia multitudinario y al que Perotti invitó al presidente Alberto Fernández, a gobernadores, legisladores nacionales y a los ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, entre otros.

Ayer, el último tironeo político de la transición terminó en un acuerdo sobre el protocolo del traspaso del mando. Los actos se realizarán a la tarde como propuso Perotti y no a la mañana, como había dispuesto el vicegobernador Carlos Fascendini, a pesar de los pedidos –personales y por escrito- de Rodenas y del senador Alcides Calvo. Fascendini quedó en falsa escuadra: convocó a la Asamblea Legislativa el miércoles 11, a las 11; notificó a los 19 senadores y 50 diputados y hasta distribuyó invitaciones especiales al acto con horario más ajustado: 10.45. Tras el acuerdo, tendrá que sacar un nuevo decreto que pase el llamado a las 17.

A cambio, Perotti aceptó que Lifschitz le entregue el bastón y la banda de gobernador de Santa Fe en el Salón Blanco. El mandatario electo quería que el traspaso de los atributos del poder y la jura de los ministros se realizaran en la explanada de la Casa de Gobierno, como ocurrió el 11 de diciembre de 2011, en la sucesión Hermes Binner-Antonio Bonfatti. Pero el acuerdo desdobló los actos: la entrega de símbolos se hará puertas adentro y luego Perotti pondrá en posición de sus cargos a sus ministros, ya a cielo abierto.

Es que Lifschitz no quería quedar expuesto a la muchedumbre que se convocará el 11D, en la plaza de Mayo. “No me parecía adecuado”, se sinceró ayer en su última semana en el gobierno. “Me parece bien que el gobernador electo haga un acto en el exterior con sus partidarios” porque “es propio del nuevo gobierno: juran los nuevos ministros”. Pero, “el traspaso del mando debe ser en otro ámbito más institucional, como ocurrió siempre, que es el Salón Blanco de la Casa Gris. Y después, dejaremos al gobernador en funciones para hacer un acto más político que es legítimo que ocurra”, explicó Lifschitz. Lo llamativo es que al acto que el gobernador saliente llama “político partidario”, Perotti invitó al presidente de la República, a gobernadores, legisladores y ministros de la Corte, entre ellos los dos santafesinos: Horacio Rosatti y Ricardo Lorenzetti, y despachó 2.000 invitaciones especiales a entidades de la provincia.

El lunes, Perotti anunciará su gabinete. Ya había dicho que lo haría después de que lo anunciara Alberto F. el viernes 6. El equipo estará integrado por doce ministros y una secretaria de Estado de Igualdad y Género, pero tres de ellos ya fueron confirmados por los hechos políticos: Esteban Borgonovo, que asumirá como ministro de Gobierno; Rubén Michlig, futuro ministro de Gestión Pública, un cargo equivalente a jefe de gabinete o ministro coordinador, como el que ejerció en el último gobierno de Jorge Obeid, y Walter Agosto, ministro de Economía. Borgonovo y Michlig participaron en las negociaciones en la Legislatura, el jueves último, que derivó en un acuerdo entre el oficialismo, los senadores del PJ y el equipo de Perotti para la sanción del presupuesto 2020. Y Agosto, y el propio gobernador electo, tenían línea directa con los diputados Leandro Busatto y Luis Rubeo que completaron el cuadro de la negociación.