Desde Santa Fe

Rafael Gutiérrez presidirá la Corte Suprema de la provincia a partir del 1º de enero de 2020. Es su décima elección en el cargo, desde que integra el máximo tribunal en 2000, hace 19 años. Sus colegas lo eligieron para suceder a la jueza María Angélica Gastaldi, en un mecanismo de alternancia entre los cuatro ministros de Rosario y los dos de Santa Fe. En un diálogo con Rosario/12, dijo que su “objetivo” será continuar la “reforma del Poder Judicial para modernizarlo y dar las respuestas que la ciudadanía exige”. Valoró la “relación institucional” con  Miguel Lifschitz, sobre todo por el “respeto y el trabajo conjunto” con el ministro de Justicia Ricardo Silberstein, a quien consideró un “profesional con mucha experiencia”. Y cuando se le preguntó si esa sintonía seguirá con el gobernador electo Omar Perotti, respondió: “Espero que siga”. Por lo pronto, uno de los secretarios de la Corte –con cargo equivalente a camarista-, Rubén Weder aceptó un ofrecimiento de Perotti para ser fiscal de Estado a partir del 11 de diciembre. Weder es estrecho colaborador de Gutiérrez.

La elección de ayer en la Corte era voto cantado. Desde que acordaron la “rotación”, un año preside el tribunal un ministro del sur –Gastaldi en 2019 y Daniel Erbetta en 2017-, pero cuando le toca al norte, Eduardo Spuler cede su turno a su colega de Santa Fe. Así, Gutiérrez ya sumó diez mandatos (2001, 2002, 2003, 2005, 2006, 2010, 2011, 2014, 2016 y 2018) y el undécimo será en 2020.

Es habitual que la Corte renueve su presidente, a principios de diciembre, pero esta vez coincidió con la última semana de Lifschitz y la asunción de Perotti en ocho días. “Es otro proceso electoral que reafirma el estado de derecho y la democracia” -dijo Gutiérrez- Esperemos que las relaciones institucionales entre los tres poderes del Estado sean como hasta el día de hoy”.

En el gobierno de Lifschitz –siguió el juez- “hemos tenido una relación permanente de respeto y de trabajo conjunto con el ministro Silberstein, que es un profesional con mucha experiencia, muy activo. Un académico que sabe cómo deben funcionar las instituciones y el rol que cumple cada uno”.

-Y ahora habrá un nuevo Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos que estará a cargo de Esteba Borgonovo. El secretario de Justicia será Gabriel Somaglia. ¿Perotti lo consultó para designar a Somaglia?

-No, no tiene por qué consultarme. Son atribuciones del gobernador nombrar a sus ministros y secretarios.

-Pero a Somaglia lo conoce.

-Lo conozco, él ya fue secretario de Justicia del gobernador Jorge Obeid.

-La buena relación con Lifschitz, ¿va a seguir con Perotti?

-Espero que siga… -dice con una sonrisa. Y agrega en el mismo tono: “Eso es lo que espero”.

-¿Cómo es su diálogo con el gobernador electo?

-A Perotti lo conozco desde hace 25 o 30 años. Pero él está en la Casa de Gobierno y yo en el Poder Judicial. Yo hago política institucional, no partidaria, de ningún tipo. Entre los tres poderes del Estado debe existir un diálogo, un consenso, pero siempre respetando el rol de cada uno.

-¿Qué opina de la transición con Lifschitz, muy discutida y tensa?

-Es un problema de ellos. Para la convivencia democrática y la imagen hacia afuera, lo conveniente es que hubiera sido normal. El gobernador electo tiene derecho a saber cómo deja la provincia el saliente. Pero por la calidad institucional, estas cosas deberían manejarse sin conflicto.

-Entonces, ¿el diálogo con Perotti va a seguir?

-Espero que sea así.

- Se habla de que Marcelo Saín será el ministro de Seguridad. 

-No lo conozco –cerró el juez.  Ya se sabe, que cuando Saín asumió su actual cargo, Gutiérrez se negó a tomarle juramento en la Corte porque consideró que no cumplía los dos años de residencia en la provincia que requiere la Constitución.