Miguel Lifschitz juró ayer como diputado en la sesión preparatoria de la Cámara y sus 49 colegas lo eligieron por unanimidad para desempeñar la presidencia. “Es la segunda vez consecutiva que un gobernador que deja sus funciones asume la enorme responsabilidad de conducir la Cámara de Diputados”, dijo el electo al recordar que su antecesor, Antonio Bonfatti, fue el primero, en diciembre de 2011. Los elogios a Lifschitz, a quien el diputado socialista Joaquín Blanco lo consideró un “hombre de Estado” y la escena política parecieron un mensaje sutil a Omar Perotti. Blanco ponderó las políticas de Lifschitz de “calidad institucional”, “transparencia” y “respeto muy profundo a esta Legislatura” y relató su paso por la Casa Gris como un punto de inflexión. “Ya no estamos en tiempos en que un gobernador decide por decreto”, sostuvo en lo que sonó a una indirecta a Perotti. En primera fila lo escuchaban el vicegobernador Carlos Fascendini y los senadores Felipe Michlig y Lisandro Enrico, los tres operadores del acuerdo político con el ex jefe del bloque del PJ en el Senado, Armando Traferri o de la nueva “mayoría automática”, como la llamó su colega Marcelo Lewandoswski. Fascendini, Michlig y Enrico estaban allí por invitación especial de Lifschitz, que llamó a su vice “amigo y compañeros de ruta”.

En su primer mensaje desde la Cámara, Lifschitz se comprometió a “buscar el diálogo y el consenso” o el “camino que nos lleve a ese punto”. Y planteó que el 11 de diciembre cuando asuma Perotti, “vamos a tener un gobierno del PJ y una mayoría en Diputados del Frente Progresista”. “Una experiencia que ya hemos vivido a la inversa” en el gobierno de Bonfatti –recordó-. “Y esa relación ha permitido jerarquizar la tarea legislativa” y “profundizar el diálogo entre el gobierno y la oposición”. Lo novedoso en estos días es fractura del PJ en el Senado que convertiría a Perotti en el primer gobernador en minoría en las dos Cámaras, desde 1983.

La preparatoria pasó por dos fases. En la primera, el pleno rechazó las impugnaciones al ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, por supuesta “inhabilidad moral” y a su colega Amalia Granata, ambas desestimadas “in límine”, en minutos. El diputado Blanco propuso el archivo de ambos asuntos por imperio del reglamento. “Los planteos no corresponden a causales de impugnación”, dijo. A Pullaro lo cuestionaron las Madres del Dolor en un petitorio popular que sumó más de 7.000 firmas.

La otra controversia era por la quinta banca de Cambiemos que el Tribunal Electoral concedió a Sebastián Julierac. La diputada Cesira Arcando que era la sexta reclamó por su derecho de paridad, la Cámara le dio la razón –también por unanimidad- y le tomó juramento.

Después de un cuarto intermedio, se eligieron las autoridades. Blanco, que ofició como jefe del bloque socialista, propuso a Lifschiz para la presidencia. Un “hombre de Estado”  que gobernó la provincia con calidad institucional, transparencia y un respeto muy profundo a esta Legislatura”. “Que gobernadores sean presidentes de este cuerpo nos pone a todos en un lugar de trascendencia institucional, nos engrandece”, aplaudió. Más tarde, Pullaro compartió el elogio al llamarlo “querido gobernador”.

Lifschitz valoró su pase de la Casa Gris a la Legislatura, como antes lo hizo Bonfatti. “Esto tiene un plus –se autoelogió- porque permite incorporar a la Cámara a un gobernador”, pero también “a muchos legisladores que participaron” en su gobierno, entre ellos los cinco ministros del gabinete: Pullaro, Pablo Farías (Gobierno), Claudia Balagué (Educación), José Garibay (Infraestructura) y Erica Hynes (Ciencia y Técnica).

“Mi compromiso será buscar acuerdos y consensos o el camino que nos lleve a ese punto. Vamos a contribuir al buen gobierno -dijo más adelante-. Nosotros más allá del oficialismo o de oposición, nos consideramos como un órgano de gobierno, uno de los tres poderes del Estado cuya obligación es tratar de cooperar con los otros dos poderes para mejorar la calidad de vida de los santafesinos”.

Sobre el final, Lifschitz lamentó la caída del proyecto de reforma de la Constitución, en el que dijo haber puesto “mucho impulso y mucho ímpetu. Trabajamos dos años y no fue posible. Reconocemos que faltó diálogo, consenso, acuerdos necesarios. Esperamos una nueva oportunidad, tal vez el año próximo o en 2012”.

La mesa directiva se completó con la diputada peronista Lucila De Ponti (que será vice primera) y su colega radical Jimena Senn (vice segunda). El bloque de la UCR que lidera Pullaro propuso como secretario parlamentario a Gustavo Puccini (actual secretario de Coordinación Técnica y Administrativa del Ministerio de Seguridad) y el socialismo como secretario administrativo a Mariano Cuvertino (secretario de Gobierno y número dos de Farías).