La jura de los diputados provinciales el jueves pasado dejó algunas situaciones peculiares. Ante el desembarco en la Cámara baja de legisladores electos que profesan el evangelismo, a través de la Alianza Unite por la Vida y la Familia que encabezó la mediática Amalia Granata, los responsables de organizar la ceremonia debieron procurarse un ejemplar de biblia evangélica para sumarla a la biblia católica que, a pesar de los años, se la sigue poniendo sobre el estrado a la par de la Constitución.