Los trabajadores de Vicentín, la cerealera con sede en el Gran Rosario que anunció la semana pasada la cesación de pagos por "estrés financiero", viven horas difíciles porque las dos plantas que tiene en San Lorenzo y Ricardone están paradas. Desde el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del Departamento San Lorenzo (SOEA) precisaron ayer que todos los operarios están solamente realizando tareas de limpieza, reparaciones y mantenimiento. Además, apuntaron que la empresa decidió quitar el turno noche y suspendió las tareas de un centenar de personas contratadas. El titular del gremio aceitero, Pablo Reguera, anunció que hoy recibirán de parte de los directivos un informe de la situación para poder tener un panorama respecto a la continuidad laboral, el cobro del aguinaldo, el salario de diciembre y la negociación por el bono de fin de año. 

Vicentín emplea directamente a mil trabajadores, y a otros miles indirectamente a través de proveedores, y el anuncio el pasado jueves de reestructurar una deuda de 350 millones de dólares encendió las luces de alarma en el gremio, y lógicamente generó una enorme preocupación por el impacto económico que la crisis de la agroexportadora genera en la región. 

"Estamos evaluando distintas alternativas y trabajando para poder cumplir los compromisos adquiridos, somos una empresa familiar que ha crecido y generado oportunidades a partir del apoyo de sus trabajadores, proveedores y de las entidades financieras que en distintas etapas han acompañado y apoyado a la empresa, confiamos en continuar contando con ese apoyo para resolver de manera exitosa la circunstancia que nos toca transitar", señaló la empresa a través de un comunicado.

"Desde la empresa nos dijeron que nos quedemos tranquilos porque el sueldo de noviembre está depositado, y que lo último que van a dejar de pagar es a los trabajadores, pero lo cierto es que hoy la fábrica está totalmente parada y estamos muy preocupados por el futuro", había señalado Reguera.  

El dirigente gremial, quien estuvo el lunes por la tarde en las plantas junto a los delegados, dijo ayer a Rosario/12 que las plantas de la agroexportadora, una de las más importantes de la región, están completamente paradas y los mil trabajadores solamente realizan tareas de mantenimiento y limpieza por lo que se cerró el turno noche. También confirmó que suspendieron los contratos de los 120 operarios que tenían vínculo con la empresa hasta el 30 de diciembre. 

En un clima de incertidumbre sobre el futuro de las fuentes laborales, el gremio y los delegados del SOEA esperan tener algunas certezas cuando se reúnan hoy al mediodía con directivos de Vicentín, probablemente en San Lorenzo, quienes se comprometieron a presentarles un detallado informe de la situación.

Desde el gremio aceitero no ocultaron su preocupación porque las complicaciones financieras de Vicentín puedan generar un "efecto dominó" en el resto de las cerealeras, entre ellas Buyatti, cuyas instalaciones ubicadas en Puerto General San Martín fueron alquiladas por Vicentín en un acuerdo que finaliza en los próximos días y que mantiene en vilo a los 90 operarios de la planta. "Cuando Vicentín saque ventajas de algo, hay muchas que van a querer hacerlo", planteó sin medias tintas Reguera.