El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y la vicegobernadora Alejandra Rodenas tuvieron como invitado especial en la ceremonia de asunción al presidente Alberto Fernández. En un claro respaldo político, el Presidente dijo que "desde Nación vamos a ayudar a Omar en todo lo que podamos, porque eso es ayudar a todos los santafesinos". No es para menos ya que Perotti selló el retorno al poder del peronismo en la provincia luego de 12 años de hegemonía del Frente Progresista. Poco después, el presidente cruzó hasta Paraná, Entre Ríos, para participar de la asunción de Gustavo Bordet.

Alberto Fernández llegó a Santa Fe acompañado por la flamante ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat , María Eugenia Bielsa, el ministro de Interior, Wado de Pedro y el diputado santafesino Leandro Busatto. Por Dios, la Patria, el pueblo de Santa Fe y su honor juró Perotti, mientras que Rodenas evitó a Dios. "Estamos emocionados por la presencia de Alberto", dijo la vicegobernadora, que le costó encontrar el papel que indicaba el orden protocolar del acto, y dio así un toque de informalidad luego de la jura. Llegó entonces el tiempo del Himno y luego Fernández, a quien Rodenas nombró como "el presidente de la unidad de todos los argentinos". 

El presidente rompió el protocolo hablando tres minutos luego del juramento del nuevo mandatario. "Estoy feliz de estar en Santa Fe y feliz de protagonizar otro día lindo de la democracia. Gracias a Dios los argentinos nos vamos aconstumbrando a alternar en la democracia y asi como alternamos en la Nación, hoy alternan en Santa Fe. Y un gobernador socialista a quien quiero y respeto mucho, entrega del mando a un querido y entrañable amigo como Omar Perotti", destacó Fernández ante la Asamblea Legislativa, en el recinto de la Cámara de Diputados de la provincia.

"Nosotros tenemos que acostumbrarnos a esto porque asi es la democracia, y hay que vivirlo de un modo no traumático. Es seguro que el gobernador que deja su cargo, a quien conozco desde hace muchos años, ha puesto todo su empeño y su esfuerzo por hacer las cosas del mejor modo. Estoy seguro que con el mismos empeño y la misma vocación, lo conozco muy bien por su vocación y su honestidad, Omar va a poner todo para que en Santa Fe esté todo mejor", apuntó. Y entonces tomó su primer compromiso: "Lo que tienen que saber es que desde la nación vamos a ayudar a Omar en todo lo que podamos, porque eso será ayudar a todos los santafesinos". "Y esto -agregó el presidente- lo debemos entender todos: Argentina no es sólo una ciudad donde hay una capital y una periferia sino un país donde todos debemos integrarnos. Santa Fe es una provincia muy rica con un potencial enorme agrícolo, ganadero, industrial pero que es parte de la Argentina integrada. Lo hablamos mucho con Omar para buscar mecanismos de desarrollo para que la provincia se integre mejor".

"En ese contexto -agregó Fernández- hablamos con Omar que la hidrovía sea gobernada por las provincias que tienen la hidrovía. Y así como entendimos eso con Omar y lo vamos a hacer, vamos a trabajar también para que Santa Fe ayude a otras provincias a desarrollarse más porque lo están necesitando", aseguro el mandatario nacional.

El presidente se retiró al terminar su breve discurso, ya que debía viajar hasta Paraná para participar de la asunción del mandatario de esa provincia, Gustavo Bordet. 


Luego de despedir al presidente, Perotti reingresó a la Legislatura para dar su primer discurso como gobernador ante la Asamblea Legislativa.  En ese texto leído fue muchos menos amable en sus definiciones. "el resultado fiscal de la provincia se deterioró un 316 por ciento, en el ultimo año, no observándose en ese período un deterioro de semejante magnitud en ninguna provincia argentina". Y en esta línea denunciñó el "desgobierno político sobre los asuntos de la seguridad pública, lo que ha redundado en una marcada autonomía policial". También apuntó que "la policía provincial se ha divorciado de la sociedad, y ésta le ha perdido confianza". Y finalmente destacó la cuestión de la criminalidad articulada en torno del narcotráfico. "Este negocio se ha expandido al amparo de la desidia y la ignominia estatal. Tal como hemos visto a lo largo de este año en casos de notoriedad pública, el desdeño estatal se manifestó en la 'vista gorda' policial pero también judicial y política, cuando no en la complicidad asentada en un 'pacto de gobernabilidad' directo o indirecto con el delito".