Durante la despedida del año de Perras on the Beach, el pasado fin de semana, Santiago Motorizado sorprendió a todos al salir al escenario de Niceto Club, cigarrillo en mano, para cantar el tema Puchos junto a la banda mendocina. Si bien hacía rato que no se lo veía, el frontman de El Mató a un Policía Motorizado tuvo un 2019 agitado , al menos internacionalmente, que incluyó la aparición de La otra dimensión, el disco que contiene canciones inéditas, lados B y versiones especiales de La síntesis O’Konor, numerosas giras y la producción de Pero no pasa nada, primer álbum de la cantautora española Amaia Romero.

Posiblemente esto haya sido lo más atractivo, por no decir atípico, entre las recientes cosechas del músico platense. Y es que lo último que se podría esperar de un icono del indie hispanoparlante es que se atreviera --por ese estereotipo fundamentalista que por momentos parece condicionar a la escena-- a entrar en la órbita de una figura del pop más mainstream: Amaia fue la ganadora de la edición 2017 del reality Operación Triunfo, y su estatura de nuevo baluarte quedará confirmada cuando pase por Buenos Aires para la próxima edición del Lollapalooza Argentina (27 al 29/3 en el Hipódromo de San Isidro). 

Y la verdad es que la dialéctica entre ambos ha sido muy buena, fluida y especialmente sana. A pesar de que la organización del Primavera Sound fue la generadora del nexo entre ambos, la pamplonesa de 20 años fue la primera que pateó el tablero al interpretar, a lo largo del concurso, los temas de El Mató. Y esos videos de ella en piano y cantando, por ejemplo, El mundo extraño, le llegaron a su autor, quien venía fantaseando con la idea de producir. Aunque nunca pensó que sería de esta manera.

 

“Para mí es increíble porque llevó siendo fan de El Mató desde hace mucho tiempo, y nunca me hubiera imaginado que esto pudiese pasar”, le reveló la cantante al NO antes de compartir escenario en la pasada versión del festival catalán, celebrada entre el 30 de mayo y el 1º de junio. “No hablamos de grabar ni de nada, sino de conocernos en un viaje a Barcelona. Pero nos llevamos tan bien, y todo fue tan productivo, que se dio que hiciéramos el disco”, anticipaba.

Cuando ya tenía su programación de este año prácticamente definida, el Primavera Sound improvisó un escenario para fans en el que los catalanes Mujeres tributaron a Los Saicos, los vascos Kokoshca versionaron a Las Grecas y los cordobeses (de la Córdoba española, por las dudas) Viva Belgrado saludaron a At The Drive In. Ahí mismo, en esa suerte de carpa de circo erigida a pocos metros del Mar Mediterráneo, El Mató hizo de El Mató. Aunque acompañado por colegas como Jota (de Los Planetas), Manu Ferrón y, por supuesto, Amaia, que se encontraba ultimando su disco.

“No me afecta la exposición que tuve a partir del encuentro con Amaia porque siento que le hablan a otro. Pero no deja de ser raro que todo lo que digas tenga repercusión”, asegura Santiago. “Si bien sé que existe Operación Triunfo, no conozco ese tipo de programas. Me gustan mucho mis canciones cuando alguien las canta bien. Por lo que salteé los prejuicios. La conexión siempre fue con ella, por la buena onda y la sintonía. Todo lo demás nunca lo analicé.”

 

La historia entre ambos tiene un origen familiar. “Desde que soy súper pequeña, mi hermano me ponía música. Y una vez que me hice mayor, yo le compartía también. Creamos una especie de rutina sin darnos cuenta. Fue él quien me enseñó a El Mató”, recuerda la artista, quien afirma haberse inscripto por puro impulso a los castings del concurso en Bilbao, que volvía a la pantalla en 2017. “En la época en la que mi hermano vivió en Barcelona, me cantó El magnetismo. Yo tendría unos 13 años y ese tema me recuerda a ese momento.”

Poco tiempo después, Amaia vio a la agrupación platense en San Sebastián (País Vasco) e incluso, al final del show, se tomó una foto con su frontman. Pero la cosa no terminó en el mero fanatismo. “Cuando escucho las canciones de Santi, me transmiten muchísimo porque las visualizo. A partir de El magnetismo me empecé a obsesionar. Sus letras son muy sencillas pero a la vez súper profundas, directas y bonitas. No es rebuscado.”

La repercusión que le dio Operación Triunfo a Amaia fue tan grande que la artista española se vio en la obligación de aprovecharla. “Saqué el disco porque me apetece”, reconoce la cantante, que en el verano pasado estuvo en Buenos Aires y Santiago de Chile grabándolo. “Cuando recibí la invitación para producirla, no tenía muy claro qué esperar. Sólo sabía que cantaba y que tocaba el piano muy bien“, retoma Santi. “Cuando me mostró las canciones, me parecía que me habían llamado al pedo: todos eran hitazos, sólo faltaban detalles. Y ella me causaba mucha ternura porque me las mostraba con inseguridad, lo que es lo más normal del mundo. Recuerdo que el primer tema que hice se lo compartí a Willy --baterista de El Mató-- por teléfono. Le dije que era la nueva canción de Green Day y se la toqué y la tarareé un poco. Al terminar, le pregunté qué le pareció y me respondió: ‘Green Day no existe más’.”

Para su primer disco, Los amantes (2017), la nueva ídola catalana Rosalía fue introducida por un referente del indie del tamaño de Raúl Refree. Algo similar a lo que pasa con Amaia y Santiago ahora. No obstante, la de Pamplona devuelve: “Es lo primero que hago en toda mi vida, por lo que me gustaba el hecho de salir en solitario. Pero, a diferencia de ese disco de Rosalía, que está compuesto por covers, estás canciones son mías y comienzan de cero”.

Si bien Santiago Motorizado prestó su sapiencia para discos de bandas amigas como 107 Faunos, Hojas Secas y Súper 1 Mundial, su debut formal en el rol de productor es Pero no pasa nada, que apareció este setiembre . “Me puso un poco nervioso. Además la idea de la producción surgió trabajando juntos, porque había buena sintonía, y eso llevó a lo otro”, dice el argentino. Esta colaboración coincide con la era pop de El Mató. “Lo que estuvo bueno, por más que el nuevo disco suene más pop, es que el trabajo de producción fue una experiencia previa a todo esto. Y con esto no sólo me refiero a la parte más elemental de la canción sino a todos los aspectos de su estructura. Cambió el espíritu de la banda.”

* El Mató a un Policía Motorizado tocará este sábado 14 de diciembre a las 18 en el estadio Malvinas Argentinas, Gutenberg 350.