Julio De Vido y Roberto Baratta fueron excarcelados después que la Cámara de Casación le ordenara al Tribunal Oral Federal número 7, a cargo de la causa de las fotocopias de los cuadernos, que dicte un nuevo fallo sobre la libertad de ambos funcionarios. El TOF 7 había rechazado la excarcelación pedida por los respectivos abogados (Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro, en el caso de De Vido y Alejandro Rúa y Graciana Peñafort, de Baratta), pero la Casación tuvo en cuenta que De Vido y Baratta llevan, globalmente, más de dos años de prisión y que no está fundamentado ni el peligro de fuga ni el peligro de entorpecimiento de una investigación que, por otra parte, el juez instructor Claudio Bonadío ya cerró. Al anochecer el TOF 7 otorgó la excarcelación con lo cual De Vido se irá a su chacra en Zárate dado que en la causa conocida como Río Turbio ya le otorgaron la prisión domiciliaria, con tobillera. Baratta en cambio recupera la libertad en las próximas horas.

El ex ministro de Planeamiento había inicado una huelga de hambre durante esta semana en protesta por las demoras en implementar lo que dictaminó la Comisión Bicameral de Monitoreo e Implementación del nuevo Código Procesal Penal. Esa Comisión, integrada por legisladores de las principales fuerzas políticas, ya le puso límites a las prisiones preventivas insistiendo que deben fundamentarse muy bien las razones para privar a un imputado de su libertad y que los motivos no pueden ser otros que el peligro de fuga o de entorpecimiento de la investigación. Eso mismo transcribieron los camaristas: "Cabe advertir que en todo Estado de derecho en una sociedad democrática, resulta intolerable que con ritualismo y rigorismo formal no se aborde el tratamiento de instituciones esenciales de la libertad y se abuse en el uso de las prisiones preventivas, violando normas constitucionales y convencionales que rigen la materia, máxime cuando en el caso sometido a control jurisdiccional se ha dado cuenta de manifiestas arbitrariedades”, dice uno de los párrafos del fallo de 64 páginas que tiene la firma de Ana María Figueroa, Diego Barroetaveña y Daniel Petrone.

De Vido está detenido desde octubre de 2017, justito unos días antes de las elecciones de ese año. La maniobra fue escandalosa porque fue apresado por la causa Río Turbio en que el juez Luis Rodríguez había rechazado encarcelar al ex ministro, pero el fiscal Carlos Stornelli apeló la resolución del juez. Como estaba cantado, la Cámara Federal, en sintonía con la Casa Rosada, pidió el desafuero y la detención. El fondo del expediente es un acuerdo entre el estado nacional, a través de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio (YCRT) y la Universidad Tecnológica Nacional para que ésta casa de estudios realice todos los trabajos relacionados con planificación de la obra para volver a poner en marcha la mina de carbón. En la acusación nunca se habló de coimas ni de sobornos, sino que en el fondo se cuestionó que se recurriera a consultoras privadas y que, la UTN se quedara con el 20 por ciento de lo que facturaba por sus trabajos. Pero más grave aún fue la razón por la que detuvieron a De Vido: argumentaron que hizo desaparecer documentación de Río Turbio, papeles que quedaron en la administración de YCRT cuando Cristina Kirchner dejó el gobierno en 2015. Esos papeles, que se aducía que De Vido hizo desaparecer, fueron exhibidos en televisión por la diputada de la Coalición Cívica Mariana Zuvic.

Concedida finalmente la prisión domiciliaria por el caso Río Turbio sólo quedaba la prisión por el expediente de las fotocopias de los cuadernos. Es obvio que no hay peligro alguno de fuga --De Vido y Baratta siempre estuvieron a derecho-- y menos todavía se puede hablar de peligro de entorpecimiento de la investigación por cuanto la causa ya está elevada a juicio y la instrucción cerrada. De manera que en términos reales, De Vido y Baratta llevan dos años presos sin fundamento alguno.

Alberto Fernández había hablado del "abuso de las prisiones preventivas" y el uso político de la justicia para ir contra los opositores. Entonces, los camaristas de Casación tuvieron en cuenta ese criterio y le ordenaron al TOF 7 un nuevo fallo. El tribunal se reunió en la noche del viernes y concedió las dos excarcelaciones, por lo que De Vido deberá cumplir con la prisión domiciliaria y Baratta tendrá libertad plena.