Desde Santa Fe
El gabinete social de Omar Perotti evaluó ayer la emergencia hídrica –por una lluvia de 410 mm., el sábado a la noche- que dejó al descubierto la crisis en dos emblemas de Santa Fe. El hospital de Niños que inauguró Carlos Reutemann y el río Salado inundó hasta el primer piso en 2003, en el cordón oeste. Y el nuevo hospital Iturraspe que Miguel Lifschitz inauguró hace siete meses, en mayo de 2018, en la zona norte, construido al lado de un reservorio. “El hospital de Niños está en un estado caótico por el abandono y la falta de mantenimiento”, denunció el ministro de Salud Carlos Parola. Y “el Iturraspe se convirtió en una isla”, quedó rodeado por un mar de agua de un metro de altura, que impedía el acceso. “Una situación muy delicada”, la definió Parola en un diálogo con Rosario 12.
La crisis se analizó al mediodía en el despacho del ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, en el segundo piso de la Casa Gris. Además de Parola, participaron la ministra de Infraestructura Silvina Frana, su colega de Ambiente y Cambio Climático, Erika Gonnet, el secretario de Municipios y Comunas José Luis Freyre y el secretario de Protección Civil, Gabriel Gasparutti. El ministro de Desarrollo Social Danilo Capitani estaba en Buenos Aires, así que envió a su segundo el ex candidato a intendente de Santa Fe, Ignacio Martínez Kerz.
Parola dijo que la situación en los dos hospitales fue “grave”. Valoró “la muy buena predisposición” de los equipos médicos y profesionales, pero las “deficiencias estructurales” en ambos nosocomios son “muy serias”.
El hospital de Niños “está en un estado de abandono”, carece de inversiones y mantenimiento. “Tiene un cuerpo médico y personal que es un orgullo para los santafesinos. Es referencia nacional”. Pero el deterioro es tanto, que “sentí mucho dolor, por haberlo vivido hace 20 años cuando era nuestro emblema (en el gobierno de Reutemann) y hoy verlo en las condiciones que está su edificio”, en las puertas del barrio Santa Rosa de Lima.
“De todas maneras, las crisis como dice el gobernador no hay que llorarlas, hay que enfrentarlas y eso haremos. El mismo domingo a la mañana, recibimos a las autoridades del hospital después de haberlo recorrido el sábado a la noche y haber acompañado a la gente. Y vamos tomar medidas para mejorarlo”.
El caso del Iturraspe fue otra alerta. “Es un hermoso hospital, recién inaugurado, que tuvo algunas deficiencias por el ingreso de agua y la magnitud de la lluvia. Pero se convirtió en una isla” rodeado por un mar de agua de un metro de altura. “Entonces, la gente tenía enormes dificultades para poder llegar. Esas cosas no las podemos dejar y tenemos que ver de qué manera se pueden resolver”.
“El Iturraspe era una isla rodeada de agua. Hubo que tomar medidas de emergencia ese mismo sábado a la noche, aproximadamente a las 11, entre la provincia, el municipio y la policía, con orientación de calles para permitir que se pueda ingresar con vehículos.
-¿Cómo define la situación? –le preguntó este diario.
-Es muy delicada, con un enorme endeudamiento de todo el sistema de salud pública de toda la provincia. Es seria, delicada –contestó Parola.
En el hospital de Niños, el sábado de la tormenta, “el panorama era desolador, los tachos de residuos debajo de las goteras y parte del edificio inundado”, contó. “El hospital está en una situación caótica desde el punto de vista estructural, eso nos produce mucho dolor. Es un hospital en estado de abandono, así que habrá que tomar medidas muy fuertes para ponerlo en funcionamiento”, amplió Parola.
“Lo más grave fue la rotura de un caño del aire acondicionado al área quirúrgica y de cuatro quirófanos. Esa misma noche, a las tres de la mañana pudimos recuperar el primer quirófano, lamentablemente los otros tres están en etapa de recuperación. Calculamos que esta semana vamos a tener que postergar los turnos quirúrgicos porque no están adecuados para su funcionamiento”, agregó.


