La fiscal Noelia Riccardi imputó por dos hechos de abuso sexual a un actor y tallerista de teatro que fue denunciado el año pasado por hechos de 2016 y 2017. Pese a que el acusado, Augusto I., aseguró que no hay delito ya que mantuvo "relaciones consentidas", la jueza Valeria Pedrana dio por formulada y admitió la acusación de la Fiscalía por considerar que en esta instancia no se puede desechar, descartar o desacreditar lo que dicen las víctimas. El acusado seguirá en libertad -como llegó a la audiencia- y deberá presentarse cada 15 días a firmar a la Oficina de Gestión Judicial; también debe avisar sobre posibles salidas del país y tiene prohibido acercarse a las denunciantes.

"Dale, no seas tan vueltera, si sé que gustas de mí y que hay onda", es una de las frases que usó la fiscal para dar cuenta del relato de una de las víctimas que había estado esa noche con el acusado -y amigos- en una fiesta. El hecho ocurrió más tarde, en casa del imputado, pese a que la chica le dijo "no, pará". Se trata de un hecho de octubre de 2017, pero que la mujer recién pudo denunciar un año después. Entre las evidencias aparecen otros relatos, como los de personas allegadas a la víctima a quienes les contó lo sucedido.

El otro hecho tuvo lugar en junio de 2016, cuando el acusado fue a la casa de la otra denunciante y "la forzó a tener relaciones", dijo la fiscal. Además, Riccardi le achacó haberle "golpeado la cabeza -a la víctima- y arrancarle mechones de pelo durante el acto". 

Riccardi enumeró entre la evidencia que una tercera mujer hizo una denuncia por violencia de género contra el acusado, que fue desestimada. En tanto, indicó que en la vía administrativa se presentaron unos cinco casos, tal como dijo meses atrás la Colectiva Feminista de Artes Escénicas (Artas), desde donde indicaron que el acusado dictaba talleres de teatro y actuaba en obras infantiles.

"Generan una imagen ficticia de mí, como si yo fuera un monstruo, y yo no cometí ningún delito. Todas fueron relaciones consentidas. Yo no obligué a nadie. Estoy siendo víctima de escraches", aseguró el acusado cuando pidió la palabra. 

Desde ARTAS, se indicó tiempo atrás que en total fueron ocho las víctimas que advirtieron un accionar similar cuando empezaron a poner en común lo que les sucedió entre 2016 y 2017 con el acusado. En principio, cinco comenzaron con una denuncia administrativa en el Ministerio de Innovación y Cultura "por sus funciones como docente en un espacio del área". De los tres casos que llegaron a la Justicia, dos denuncias de abuso quedaron en manos de la fiscal Riccardi, que fueron los imputados ayer.