(Desde Santa Fe)
El puente en la avenida Ayacucho, que une Rosario con Villa Gobernador Gálvez, empeoró su riesgo por la retracción de la cascada del arroyo Saladillo. El secretario de Asuntos Hídricos Roberto Gioria alertó ayer sobre la estabilidad de la estructura al informar –al lado de la ministra de Infraestructura, Silvina Frana, y de sus colegas de gabinete- que lo único que encontró en su área desde que asumió el cargo, el 11 de diciembre, es la dejadez. “Abandono”, “inacción”, “situaciones problemáticas”, las definió. La plantilla de personal “diezmada” por el desgranamiento de “30 profesionales y 20 técnicos”, un parque de maquinarias mínimo (17 retroexcavadoras y sólo 12 operativas) para atender toda la provincia, los sistemas de alerta temprana en el río Salado y el arroyo Saladillo-Ludueña desactivados, "sin funcionar"; la ley del Agua de la provincia sin reglamentar desde hace dos años y lo más inquietante: el gobierno de Miguel Lifschitz no hizo nada para frenar la “erosión retrodegradante del salto Saladillo, que se mueve hacia aguas arriba, y que en este momento complica a tres puentes: uno de la provincia, otro nacional y un puente ferroviario”, dijo Gioria. “Si dejamos que esta situación avance, que no es fácil de resolver, van a estar muy comprometidos esos puentes, sobre todo el provincial en la avenida que une Rosario con Villa Gobernador Gálvez”, alertó.
Frana sentó a Gioria a su lado para que informe “cómo encontramos” el área de Asuntos Hídricos. “No es un tema menor en el cambio climático” y en una provincia con riesgo hídrico “absolutamente vulnerable”. “Santa Fe tiene su historia” por un “sistema de ríos que genera esa vulnerabilidad”, explicó la ministra. Precisamente, el sistema de alerta temprana en el río Salado -que ahora está caído- se organizó después de la catástrofe de 2003 que sumergió a un tercio de la ciudad de Santa Fe con más de 100 mil damnificados.
“Hemos encontrado varias situaciones problemáticas”, explicó el ingeniero Gioria. Y ensayó el balance.
*La planta de personal. “Está diezmada” por el desgranamiento desde 2006 de “30 profesionales y 20 técnicos”. Entre los más expertos, “tenemos muchos que ya están próximos a jubilarse o en trámite de hacerlo y otra franja de gente con muy baja experiencia. O sea, lo que nos falta es la franja del medio, que es la que mueve todo el sistema de obras y de gestión”.
*Maquinarias. “Sólo tenemos 17 retroexcavadoras, de las cuales sólo funcionan 12, para atender situaciones en toda la provincia. Es un parque mínimo”.
*La ley de Aguas. “Otro déficit”, dijo Gioria. Está vigente desde febrero de 2018, “llegamos a 2020, pasaron casi dos años sin ser reglamentada. Esa ley tiene muchos artículos que deben ser reglamentados para que se puedan aplicar”.
*Sistemas de alertas. “Es el abandono”, planteó el funcionario. “Dejaron caer los sistemas de alerta temprana del río Salado y del arroyo Saladillo-Ludueña. Eran los dos que teníamos en la provincia y no funcionan y por lo tanto tampoco transmiten datos en tiempo real”.
*Defensas. “Falta mantenimiento en todas. Hablamos tanto de las defensas de la ciudad de Santa Fe como las de San José del Rincón. Lo mismo ocurre en todas las defensas que existen en la provincia, que son casi 80”.
*La cascada del Saladillo. “La última inacción”, advirtió Gioria. No se hizo nada para frenar “la erosión retrodegradante” del salto del arroyo que “se mueve hacia aguas arriba y que en ese momento ha llegado a complicar a tres puentes: uno provincial, otro nacional y un puente ferroviario. Si dejamos que esta situación avance, que no es fácil de resolver, van a estar muy comprometidos esos puentes, sobre todo el provincial que une a Rosario con Villa Gobernador Gálvez, que corresponde a la avenida”.