Las músicas de cuando se era chico, las que proliferaban por la tele o la radio. Un mundo de discos y casetes que gira en la cabeza de cada quien. El asunto es cómo el dúo pop Matilda fundió esas remembranzas para dar a luz Imaginario Popular. Elegido en varios medios como uno de los mejores discos del año, ahora es la publicación especializada ¡y japonesa! Latina la que lo sitúa entre los diez de 2019. Sorpresa y no tanto. Matilda tiene una trayectoria que roza los veinte años, seis discos, y una fisonomía sonora como sólo puede lograr el trabajo sostenido.

Ahora bien, para llegar al elogio japonés, hay un nombre sustancial: Yuko Shoji. “Yuko es una diseñadora gráfica aficionada a la música, fan del indie latinoamericano. Comenzó con el sitio The Fictional Map (https://soriyama.tumblr.com/) hace muchos años, donde posteó discos de Argentina, Chile, Colombia, entre otros; luego hizo una visita a Latinoamérica y estuvo en Buenos Aires. Ahora escribe en un magazine en papel, Latina, y este año hizo una selección de discos latinoamericanos, en donde incluyó Imaginario Popular. A veces la invitan a pasar música en fiestas. Hace unos años, una chica de Rosario que estaba en una de esas fiestas en Japón, me mandó un video en donde estaba pasando Matilda. Muy loco, fue raro ver eso”, señala Juan Manuel Godoy a Rosario/12. Una sorpresa que también sabe referir Ignacio Molinos: “Es como una rareza, es extraño, pero también es cierto que se trata de una persona muy interiorizada en el tema; no deja de ser una sorpresa, pero es la música que ella sigue”.

Los Matilda tienen claro que a la música hay que trabajarla desde dos frentes. La disposición musical en sí, y la tarea incansable de hacerla llegar a tantos oídos como se pueda. “La difusión es una actividad que hay que sostener en el tiempo, no es algo que suceda mágicamente. Desde que empezamos en 2001, siempre le dimos bastante bola al tema de Internet. Nunca tuvimos dinero, pero siempre entendimos que Internet era una herramienta para hacer muchas cosas. Así lo hizo también el sello Planeta X, tal vez el primero en compartir su música de manera virtual, gratuitamente, cuando en 2004, 2005, empezó a subir todo el catálogo a archive.org (https://archive.org/details/planeta-x). Cuando aparecieron las redes, estuvimos presentes en todas las que ha habido. Y cada vez que sacamos un disco nos ponemos a buscar los blogs que se dedican a la música que uno hace: enviamos gacetilla, fotos, el disco; es un trabajo hormiga, pero con el correr de los años va dando sus frutos. Creo que de esta manera debe haber llegado lo nuestro a Yuko”, continúa Godoy.

—Impacta saber que alguien de otro lugar, lejano y extraño, se sensibiliza por tu música.

Juan Manuel Godoy: —La música, el arte en general, es un idioma aparte, universal. Hay cosas con las que uno se conecta. La mayoría de los países que no somos angloparlantes somos fans de un montón de música de la cual no sabemos ni qué dice. Yo soy una persona limitada para hablar inglés, pero me he criado escuchando música en ese idioma. Son varias las aristas que tienen que ver con la universalidad de una obra artística. Uno siempre está buscándola. Y quiero que lo que yo haga de alguna manera sea lo más universal posible, o al menos es ése el anhelo que tenemos con Nacho. Empezamos haciendo tecno-pop, pero con el pasar de los discos hemos ido buscando una canción un poco más universal, atravesada por nuestros gustos, por lo bailable, pero prestando atención al tema de la canción e influidos por varias vertientes. Dejarse atravesar sin dejar afuera nada, cada género tiene algo para ofrecer. Y en esa búsqueda a veces uno logra algo universal. Está bueno cuando eso ocurre. Si alguien que nada tiene que ver con vos, y vive del otro lado del mundo con una cultura totalmente diferente se puede conectar con eso, está buenísimo.

Ignacio Molinos: —Cuando se proyecta lo propio al exterior, creo que lo más interesante es lo que allí no existe; como cuando en Europa, hace unos años, estaba de moda la cumbia electrónica, algo que no tenían. A lo mejor, en el caso nuestro, estar cercanos a la música popular latinoamericana nos vuelve algo más particular. Por otro lado, en la escena musical local hay mucha música que está hypeada por cosas de la prensa, managers o cuestiones de “maneje”, pero a la distancia eso no existe. Lo único que llega es la música. Y cuando llega al exterior, se la evalúa por fuera del hype. Por eso, está bueno el reconocimiento que nos llega.

Imaginario Popular revisita el formato canción desde referencias múltiples.

Godoy: —Cuando empezamos a pensar un próximo disco, pensamos en la posibilidad de componer y producir canciones que conectaran con la mayoría de las personas, al menos ésa era la intención, acceder a un público más amplio del que tenemos. Apelamos a la música que escuchábamos cuando éramos chicos, de cantantes melódicos como Leonardo Favio o Juan Luis Guerra, de Los Beatles a Bon Jovi. Uno podía descubrir que había una producción interesante detrás de muchas de esas canciones. Agarramos ese imaginario, sacamos algunas conclusiones, e intentamos traducirlo a nuestro propio idioma, según nuestras capacidades y convicciones.

—En ese sentido, hay un sonido que ya les distingue.

Molinos: —Eso es algo que a lo mejor se nos hace difícil hablar; mientras estamos metidos en lo que hacemos, no nos damos cuenta cómo se ve y se recibe nuestro trabajo. Es algo que hacemos desde hace mucho tiempo, así que supongo que ya tenemos nuestro propio lenguaje.

Imaginario Popular puede escucharse en Spotify y YouTube. Pero la buena nueva es que el disco tendrá su edición física, gracias al Programa de Coproducciones Discográficas de la Editorial Municipal de Rosario. Lo que permitirá que durante el mes de abril, Matilda esté presentando el lanzamiento en Teatro La Comedia.