La crisis que golpea a los clubes de la ciudad pone las trabas para concretar refuerzos que espera el hincha. Central y Newell’s encontraron en los primeros días del año un salvavidas económico con la llegada del Banco Municipal como sponsor de la camiseta, aunque es insuficiente. En Arroyito el peso del desequilibrio financiero es mucho mayor que en el parque Independencia. De hecho, los canayas tienen compromisos mensuales con el plantel que duplican a los que hacen frente los leprosos.

El Banco Municipal este año, por primera vez, decidió apostar por los clubes grandes de la ciudad sin distinción. Con ambos la casa crediticia de la ciudad firmó un acuerdo para ser sponsor de la camiseta de los respectivos equipos a cambio de 15 millones de pesos por año. El acuerdo, además, tiene ventajas de cobro para las instituciones: esta semana se pagará la segunda y última cuota, es decir por un valor superior a los siete millones de pesos para cada institución.

Pero estos ingresos tienen resultados muy diferentes entre un club y otro. Porque Newell’s con la totalidad del contrato con el Municipal hace frente al pago del salarios y primas de un mes para todo el plantel profesional, mientras que Central solo cubre la mitad de las obligaciones mensuales con los jugadores. Es que en el parque Independencia lo contratos con los futbolistas del primer equipo superan apenas los 15 millones de pesos, al tiempo que en Arroyito llegan a los 30 millones por mes.

En Arroyito las erogaciones para sueldos del plantel duplican a las del parque Independencia.

Si bien Central recauda más del doble que Newell’s por cobro de cuota societaria (los leprosos estaban en seis millones de pesos por mes a comienzo de 2019 y terminaron por arriba de los ocho millones), esos números no alcanzan a equilibrar las finanzas en Arroyito, principalmente porque los auriazules tiene gastos mantenimiento de sedes y pago de sueldos de empleados que también duplican a las obligaciones de los rojinegros en el mismo rubro. Newell’s, con 25 millones de pesos por mes, tiene a todos sus trabajadores al día y costos cubiertos; Central necesita erogar más de 60 millones de pesos en el mismo perído de tiempo.

Estos números agobian a Central, al tiempo que Newell’s encontró unas administración casi sin déficit a consecuencia de la intervención que pesa sobre la tesorería desde hace dos años por el juzgado que entiende en el Fideicomiso.

Newell’s no puede traer refuerzos sin vender; Central, si lo hace, deberá aplazar el pago de obligaciones atrasadas. Pero los canayas están presionados a traer refuerzos por exigencia del entrenador y estas inversiones impedirán reducir el pasivo del club.