El mejor lugar donde leer el tercer libro del poeta Eduardo Valverde es en la mesa de un bar. En lo posible, un bar al aire libre en la vereda, desde donde puedan verse pintadas y murales del arte popular agregando aún más espesor histórico a los viejos muros ferroviarios de Rosario. Nacido en Santa Fe en 1955, en esta otra ciudad Valverde vive, trabaja y escribe desde hace medio siglo. Retirado en 2019, hoy se desempeña como vocal titular de la mesa de conducción de la CTA de los Trabajadores Regional Rosario. 

En su prólogo agudo e instructivo a esta nueva "Bitácora de la sangre", donde evoca las vanguardias estéticas y su idea de un arte no burgués ni separado de la vida, Roberto Retamoso señala influencias (González Tuñón, Juan Gelman) y anticipa la división tripartita del libro, cuyo lenguaje poético define como "máquina figural de la retórica".

La primera sección, "Lucha de clases", se comenzó a escribir en 1980 en México DF y se concluyó en agosto del año pasado: un arco que se inicia en la dictadura ("No me exilié", cuenta el autor a Rosario/12) y termina en la víspera de las elecciones de 2019 que pusieron fin al gobierno neoliberal de Mauricio Macri. Desde el título se avisa que esos hechos supuestamente aislados, a menudo rápidamente olvidados, de los cuales nos informa la prensa (prensa en la que Valverde trabajó como redactor/editor y militó como gremialista) son puntas del iceberg de una contradicción sociopolítica sin fin. 

Se avisa que esos hechos supuestamente aislados, olvidados, de los cuales informa la prensa son puntas del iceberg de una contradicción sociopolítica sin fin

Avergüenza reconocer que fue preciso recurrir a la memoria ortopédica de Internet para recordar qué pasó en Villa Ramallo el 17 de septiembre de 1999: una masacre policial con cientos de balas que mataron a dos rehenes y a uno de los asaltantes al Banco Nación de esa localidad bonaerense. Está sin embargo en la experiencia vivida "el humo negro de julio", aquel olor a neumáticos quemados que salía en 2001 de las protestas en la vereda frente a Sarmiento 731, sede del diario rosarino que había despedido trabajadores. Valverde cuenta en la solapa de su libro que fue periodista del diario Democracia mientras duró (1983 a 1985) y redactor de La Capital desde 1985 hasta su retiro el año pasado como subeditor de la sección Política. En ese medio fue delegado de base de Redacción en 1987 y 1989. A las contingencias que por su convivencia con trapitos y cuidacoches experimenta el monumento a Ovidio Lagos, fundador del matutino, le dedica unos versos Valverde, quien en 1993 y 2002 integró la comisión directiva del Sindicato de Prensa Rosario. Ninguna de esas fechas evoca tiempos fáciles.

Google no arroja resultados sobre la "jornada memorable" del 29 de abril del 2016, que el poeta evoca en el epígrafe a su poema "El lobo de Hobbes". "Fue una gran marcha multitudinaria que se hizo en Capital Federal, en Buenos Aires, convocada por la CGT y las dos CTA para rechazar la política antiobrera del gobierno de Macri", explica Valverde y recuerda: "A partir de esa marcha, que exigía que se frene con los despidos, salió una ley del Congreso que finalmente fue vetada por Macri, así que eso provocó una bronca muy grande en todos los trabajadores, con mucha lucha en la calle a partir de ese momento". El título se refiere a la frase "el hombre es un lobo para el hombre", del filósofo inglés Thomas Hobbes, autor del influyente libro "Leviatán" ("Leviathan", 1651).

En la segunda parte, "Los que alumbran", el poeta honra la memoria de Quique Pereyra, "un arquitecto docente de Humanidades y de Ciencias Políticas, tipo muy groso, que fue uno de mis guías políticos. Era uno de los líderes del grupo clandestino en el que yo participaba en la dictadura, que se llamaba Confluencia Socialista, que era un grupo luxemburguista", es decir, inspirado en las ideas de la militante Rosa Luxemburgo. 

Ciertos apellidos de trabajadores o estudiantes asesinados por la represión estatal durante las luchas obreras en Argentina tienen resonancias de poesía modernista: Blanco, Bello, Fuentealba. Carlos Fuentealba (1966 - 2007) fue un docente y militante asesinado por un policía de la provincia de Neuquén cuando el sindicato docente ATEN, parte de CTERA, cortó la ruta 22 el 4 de abril de 2007. En repudio al homicidio se declaró una huelga general apoyada por las dos centrales sindicales (CTA y CGT) y allí nació la consigna "Las tizas no se manchan con sangre". La huelga docente en Neuquén se extendió por más de 50 días. Valverde (va-al-verde) lee el apellido como "fuente clara". 

El libro se abre con este verso de Vallejo: "Un día prendió el pueblo su fósforo cautivo, oró de cólera" y se cierra con una trilogía sobre Oriente Medio. Entre los homenajeados cuya memoria evocan los poemas figuran Néstor Kirchner (en un poema fechado a tres días de su muerte) y dos destacadas figuras del ámbito educativo que lucharon por la inclusión curricular de las culturas originarias: Sonia Contardi y Enrique Samar. También se evoca al Cholo Budassi, referente de la militancia por los Derechos Humanos; a lxs dxs trabajadores fallecidxs en la explosión en la Escuela Primaria N°49 del Barrio San Carlos de Moreno, y a los caídos en la represión de 2017 contra el pueblo mapuche, como asimismo al testigo clave Matías Santana. El poema "El punzón del odio" está dedicado a Corina De Bonis, docente torturada en 2019 por organizar una olla popular. 

El libro se abre con este verso de Vallejo: "Un día prendió el pueblo su fósforo cautivo, oró de cólera" y se cierra con una trilogía sobre Oriente Medio

Es al calor del presente que Valverde escribe. Recopila viejos y nuevos poemas, siempre con fecha al pie, a veces con la data del lugar donde los escribe, que suele ser un bar. Se leen pulsando una cuerda de tiempo que resuena. Fueron escritos en lo que hoy es pasado y entonces era presente inscripto en la historia. Algunos de ellos constituyeron intervenciones. "Varios fueron leídos en público en varias lecturas, y cuatro de ellos (el poema a Santiago Maldonado, el de las balas de goma, el de la marcha de la CGT/CTA y el de los dos docentes que murieron a raíz del estallido de una garrafa en una escuela de Moreno) fueron publicados en el suplemento del diario La Capital en su momento, cuando salieron, apenas los escribí", contó ayer a Rosario/12. Nombra en dedicatorias a sus interlocutores, colegas poetas locales como Marcelo Scaravelli y Omar Aguiar.

Por si no quedó claro, así reescribe Valverde el Principio de Arquímedes en una irónica "versión neoliberal": "Todo cuerpo que se sumerge/ en la política burguesa/ recibe un empuje/ vertical y hacia arriba, / con rumbo a la cima del poder, / igual al peso/ de las necesidades populares/ que desaloja". También publicó "Ceremonial de la luz" (1996) y "Vestigios del asombro" (2000). Tiene inédita una obra de teatro, aún no estrenada.