A través de la delegación Villa María de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) se conoció una “Carta abierta al Papa Francisco” enviada por el Colectivo Historias Desobedientes, integrado por familiares de genocidas que están a favor de la memoria, y en relación a la noticia dada por el obispo castrense Santiago Olivera en el sentido de que el Papa le obsequió rosarios para ser entregados a militares condenados y detenidos por delitos de lesa humanidad. La carta señala que “no puede dejar de alertarnos y entristecernos que, a pesar de las condenas firmes de la Justicia, el obispo insista en negar los crímenes de quienes cometieron los peores delitos en el pasado reciente y que los siguen cometiendo en el presente en tanto que aún hoy eligen callar lo que saben: ¿dónde están los cuerpos de las personas desaparecidas por ellos?, ¿dónde están los nietos apropiados que todavía tienen robada su identidad?”

Y agregan que “mientras no haya verdad, la justicia no podrá ser efectiva... No podemos conformarnos con un gesto, necesitamos que Usted -le dicen al Papa- como máxima autoridad de la Iglesia y como guía espiritual de quienes recibieron sus rosarios colabore con nuestra causa y ayude a la sociedad argentina a sanar sus heridas desde la verdad y el amor”. Una alta fuente del Episcopado al ser consultada sobre las afirmaciones del obispo Olivera se limitó a decir: "todos los obispos cuando nos entrevistamos con el Papa al salir del encuentro recibimos una bolsa con rosarios como obsequio, sin ningún tipo de indicaciones. Cada uno de nosotros sabe y decide a quien tiene que entregar esos rosarios".