5 Independiente: Campaña; Bustos, Franco, Barboza, Sánchez Miño; Braian Romero, Lucas Romero, Blanco, Domínguez; Silvio Romero, Fernández. DT: Lucas Pusineri.

0 Central: Ledesma; Damián Martínez, Almada, Brítez, Colazo; Ojeda, Rinaudo; Rius, Zabala; Gamba, Rubén. DT: Diego Cocca

Goles: PT: 2m Barboza (I), 32m Leandro Fernández (I) y 40m Braian Romero (I). ST: 6m Silvio Romero (I) y 28m Roa (I).

Cambios:PT: 17m Cristian González por Almada (C). ST: 10m Ribas por Gamba (C), 18m Roa por Silvio Romero (I), 22m Ojeda por Pereyra por (C), 32m Lucas González por Lucas Romero (I) y 43m Martínez por Blanco (I).

Árbitro: Mauro Vigliano

Cancha: Independiente

Nada de lo que había pronosticado Diego Cocca salió ayer en Avellaneda. Central no solo no le hizo partido a Independiente, si no que padeció una goleada incuestionable que despierta inquietudes. Desdibujado en su juego, Marco Ruben no tocó la pelota y la defensa se vio desorientada en toda la tarde.

Las ilusiones de Central de aprovechar el momento de confusión en Independiente duró algunos segundos. Los que tardó el Rojo en lanzar el primer centro al área. A los dos minutos Barboza encontró un rebote y sacó un fuerte derechazo al primer palo para dejar sin chances a Ledesma.

Central empezó de la peor manera el partido. Pero en verdad el primer tiempo fue un martirio para los canayas. Porque el local desplegó un juego de pases precisos y rápidos que desnudó la puesta en escena improvisada de Cocca en el armado de la defensa.

Lucas Romero fue el más punzante, pero Blanco y Fernández le dieron complicidad al juego del local en el mediocampo y los canayas se fueron al vestuario goleados. En un centro de Sánchez Miño desde la izquieda encontró en cómoda posición a Fernández para marcar el segundo con cabezazo al segundo palo. Y amplió la diferencia Braian Romero con un toque a la carrera sobre el área chica para conectar a un centro de Blanco que miró pasar todo el fondo auriazul.

Marco Ruben no tocó la pelota. Foto: Télam

Si los canayas tenían alguna aspiración de revertir el desarrollo del juego, Silvio Romero desató la fiesta en Avellaneda con un gran derechazo a colocar al segundo palo que superó a Ledesma. El goleador recibió sin marca y definió con tiempo y espacio, como quiso, en síntoma de las ventajas increíbles que daba el fondo auriazul. Jugada similar construyó Roa, para el quinto, pero con definión al primer palo.