Alfredo Cornejo dejó la gobernación de Mendoza en diciembre pasado para meterse de lleno en la política nacional, desde el Congreso Nacional, como diputado, y al frente del Comité Nacional de la UCR. En los últimos cuatro años acompañó desde adentro de la coalición las medidas del Gobierno, criticó algunas. Hoy asegura que prefiere que Mauricio Macri se mantenga a un lado, y apuesta a que el radicalismo tenga mayor protagonismo. "Hoy la sociedad no está marcando que la oposición tenga una conducción única", opinó en diálogo con Página|12.

-¿Qué autocrítica hace la UCR sobre el endeudamiento externo en los últimos cuatro años?

-La deuda externa, y los canjes que se están renegociando, no son los del último año solamente. Son tres canjes los que incluye esta renegociación. Si el radicalismo hubiese tenido poder en el último gobierno no hubiésemos ido al FMI.

-¿El radicalismo debe ser la cabeza de esta alianza en el futuro?

-Debe tener un peso protagónico porque es el que tiene mayor desarrollo territorial dentro de Juntos por el Cambio, es la fuerza nacional que tiene más peso en la Argentina.

-¿Y por qué resignó el protagonismo entonces?

-En un sistema presidencialista el poder del Presidente es fuerte, y el radicalismo contribuyó a darle el mayor poder al Ejecutivo. Cuando yo fui presidente del Comité Nacional discutí políticas en privado y en público, como el caso del gas en el último año.

-¿Cómo ve la situación de los gobernadores de la oposición que necesitan una buena relación con la Casa Rosada, y la postura de Juntos por el Cambio en el Congreso?

-Que necesiten una buena relación no significa que haya que supeditar toda la acción de la oposición. La buena relación tiene que ser en el marco de sacar al país adelante. La fuerza de la oposición es mucho más amplia.

-¿Qué pasó cuando tuvieron que votar por el Pacto Fiscal, y lo hicieron muy divididos?

-No pasó nada en especial, cada uno tuvo libertad de acción. El pacto fiscal es un tema menor. En la posición de la duda, votamos todos de la misma manera.

-¿Se terminó el paso de Macri por la política?

-Lo dirá la historia. Yo creo que se cometieron errores, y ahora hay que trabajar en construir una buena oposición, exigir un buen gobierno, en base a los antecedentes de los últimos años. Luego se verá exactamente qué es lo que ocurre.

-¿Le gustaría que el ex presidente sea protagonista?

-Preferiría que en estos tiempos emerjan nuevos liderazgos, y hay espacio para nueva gente. Hay dirigentes interesante como los gobernadores que están administrando sus distritos, Gerardo Morales en Jujuy, Gustavo Valdés en Corrientes, Rodolfo Suárez en Mendoza y Horacio Rodríguez Larreta en la Capital.

-¿Hace autocrítica de la coalición que fracasó cuando tuvo que gobernar?

-Al peronismo no le queda incómodo nada, porque se han mandado todas en este país. El peronismo ha gobernado en estos 36 años de democracia más que cualquier otra fuerza y no hace ninguna autocrítica, y al país le va mal hace muchos años. Así que pedirle al radicalismo una autocrítica por ser parte de una coalición donde no tuvo gran poder, me parece injusto.

-¿Cuál va a ser el rol del radicalismo en la consolidación de esta nueva alianza?

-En general, mi posición, que es la del Comité Nacional, la de la Convención y de los bloques parlamentarios, es de mantener la coalición Cambiemos en la oposición los cuatro años que vienen. Nosotros creemos que la Argentina necesita un buen gobierno y una buena oposición.

-En esta nueva etapa, ¿les funciona no tener un líder como tuvieron los cuatro años anteriores?

-En este momento nosotros creemos que es razonable una mesa colegiada, sin un liderazgo único. La sociedad es la que marca los liderazgos, y hoy la sociedad no está marcando que la oposición tenga una conducción única. También está marcando que en el Frente de Todos haya un liderazgo único, en el poder que está gobernando. Hay una conducción por lo menos compartida entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández.

-En la campaña electoral decía que la que iba a gobernar era Cristina Kirchner. ¿Sigue pensando lo mismo?

-Tiene mucha influencia en la política exterior, en la designación de funcionarios relevantes, de las segundas líneas, que son los que llevan la gestión propiamente dicha. Pero eso todavía no se ve porque han pasado casi dos meses de gobierno, tener una opinión categórica es prematuro.

-¿Está mal que una vicepresidenta ocupe ese lugar?

-No está mal que una vicepresidenta tenga su lugar como vicepresidenta. Está mal si tienen visiones distintas con el presidente. Si la política exterior que se quiere tener es de cooperación con Venezuela o con Evo Morales, y el Presidente quiere tener una buena relación con Brasil y Estados Unidos, sí que está mal.

Marihuana

-El gobierno está trabajando en proyectos sobre marihuana y aborto ¿Está a favor de legalizar?

-En el consumo de marihuana creo que los ciudadanos deben tener cierta libertad y hacerse cargo de sus responsabilidades. En materia del aborto hay que despenalizar a quienes lo practican. Pero los debates hoy en día no rondan alrededor de eso. Mi opinión personal es irrelevantes. Si realmente se quieren eliminar grietas, las materias más polémicas deberían ser consultadas con referéndum, plebiscitos y todos los instrumentos que se puedan incorporar.

-En su opinión personal, ¿el aborto es un tema de conciencia o de salud pública?

No hay una respuesta definitiva, porque no son opiniones personales. Debiéramos tener una profundidad mayor en materia de consulta, como referéndum, plebiscitos y todo lo que se pueda hacer consultar al pueblo. Me gustaría escuchar al pueblo para esto.

Entrevista: Antonio Riccobene