Los ataques en patota no se detienen, pese a la conmoción que provocó el brutal asesinato de Fernando Báez Sosa, muerto a patadas y trompadas por diez rugbiers. Esta vez, quince hombres atacaron a un joven y lo dejaron inconsciente. La víctima sugirió a los periodistas que acaso se ensañaron con él por el hecho de ser rugbier.

EL hecho ocurrió en la localidad bonaerense de Don Torcuato. Según el relato de Milo, el joven atacado, se originó una discusión en una fiesta a partir de que un grupo de hombres acosaran a una de sus amigas. En diálogo con C5N, contó: "Estábamos bailando con mi amiga y de repente tres chicos que estaban detrás de ella la manosearon. Me cansé de que pase esto en las fiestas, me incitaron a pelear y reaccioné". Tras la discusión, la seguridad del boliche los echó a todos. 

Sus tres amigos (dos chicas y un chico) se fueron juntos y Milo se quedó solo. “Yo estaba caminando por la calle buscando a mis amigos que los había perdido de vista y había un grupo grande de 15 chicos", entre los que se encontraban los tres con los que había tenido la discusión en el boliche. “Me vieron ahí solo y aprovecharon. Quise correr, pero me agarraron de la mochila y me tiraron al piso. No me acuerdo nada más", relató el joven que fue brutalmente atacado. "En un momento atino a agarrar un ladrillo que había por ahí, pero me lo sacaron y me golpearon mucho, sobre todo en la cabeza. Me dejaron dos tajos", contó el joven, que debió permanecer en observación, internado, 24 horas.

Milo declaró que llegó a escuchar que le gritaron “rugbier”. “En el cuello tengo tatuada una pelota de rugby, capaz por eso se dieron cuenta”. Para la víctima, "desde que pasó este problema con Fernando hay muchos grupos de chicos que ven un rugbier y le quieren pegar. A un compañero le pasó que lo corrieron cinco hombres que le gritaban amenazas"

Los golpes recibidos por los 15 chicos dejaron inconsciente al joven que fue socorrido por un auto que pasó por el lugar y que denunció lo sucedido. “Yo desperté en una ambulancia y después en el hospital”, reconstruyó lo vivido. Si bien la policía se acercó al lugar del hecho, hasta el momento no fueron reconocidos los atacantes. La familia de Milo hizo la denuncia en la fiscalía.