El sábado vuelve Diego Armando Maradona el Gigante de Arroyito, en su condición de técnico de Gimnasia y Esgrima, pero su visita pasará desapercibida. Porque el club no le realizará ningún homenaje y solo se dispondrá a darle la ubicación más cómoda, de ser necesario, para que siga el partido en el banco de suplentes. Su simpatía por Newell’s fue decisiva para que la dirigencia considere cualquier reconocimiento el astro del fútbol argentino.

Donde va como técnico de Gimnasia, Maradona es objeto de veneraciones, tanto por hinchas como por dirigentes. Como si se tratara de una gira de despedida, no hay club que no le rindiera homenaje al Diez. Habrá una excepción y será Central.

El sábado los canayas reciben al Lobo desde las 19.40 y la dirigencia auriazul descartó cualquier acto de reconocimiento para el ídolo del fútbol argentino, incluso a pesar de que el propio Maradona, cuando fue entrenador de la Selección, en 2009 pidió jugar en el Gigante el relevante partido por Eliminatorias ante Brasil. Su identificación con Newell’s pesa más y los canayas serán indiferentes a su presencia. Lo que se considera, como única deferencia, disponer de una silla cómoda sobre el césped para el Diez si no puede ingresar al banco de suplentes por sus problemas en la rodilla derecha.