La operación de urgencia por un derrame cerebral a la que fue sometido Joaquín Sabina tras el golpe que sufrió este miércoles mientras daba un concierto en Madrid  concluyó "satisfactoriamente", según informó su representante. El cantante fue intervenido porque presentó un hematoma intracraneal "que no era grave", y permanecerá 48 horas en observación. 

El manager indició que el estado de salud del artista "no era grave" y que todo "ha salido muy bien". "Fue operado por un pequeño coágulo" y la intervención ha sido "satisfactoria", dijo a la agencia EFE, mientras se aguarda el comunicado oficial de la Clínica Rúber Internacional, de Madrid.

El cantante, quien justo ayer cumplió 71 años, estaba en observación en la UCI (Unidad  de Cuidados Intensivos) desde que ingresó anoche tras la caída sufrida desde el escenario del Wizink Center de Madrid, donde ofrecía un concierto junto a Joan Manuel Serrat. 

Cayó de una altura aproximada de dos metros, en el espacio entre el escenario y el público. La promotora del evento le aseguró que no fue un desmayo, sino una caída a causa de que un foco lo encandiló. En ese momento apenas había transcurrido media hora del espectáculo.

Sabina fue llevado en camilla, pero al rato de la caída Sabina volvió al escenario junto a Serrat en silla de ruedas. Entonces explicó que no podría seguir como consecuencia del fuerte dolor que tenía en el hombro y anunció la postergación del show, por lo cual pidió disculpas a los espectadores.

El cantante fue llevado al Hospital Ruber Internacional en Madrid. Tras pasar toda la noche en observación por el hematoma intracraneal que le provocó la caída, los médicos decidieron operarlo. Luego de varias horas de intervención, quienes lo atendieron aseguraron que el resultado fue satisfactorio.