El Banco Central realizó una nueva baja de la tasa de interés de 4 puntos. El rendimiento de las Leliq pasó de 48 a 44 por ciento. La tasa era del 63 por ciento cuando asumió la nueva gestión de la autoridad monetaria. Esto implica que se acumula un retroceso de 19 puntos porcentuales en los últimos dos meses. La nueva tasa entrará en vigencia a partir de la próxima licitación de Leliq del martes 18 de febrero.

El dato de inflación de enero del 2,2 por ciento fue clave para descomprimir expectativas y abrir margen para acelerar el retroceso de las tasas. El directorio del Central afirmó en sus lineamientos a finales de enero que se concentrará en mantener una tasa de interés atractiva para los ahorristas en moneda local pero que no interrumpa el financiamiento de la producción (es decir que no ahogue la actividad económica y por tanto el empleo).

“Se apunta a un manejo de tasas de interés que potencie el ahorro y el financiamiento en pesos preservando a la vez el equilibrio del mercado monetario”. El directorio del Central contempla la prudencia al momento de emitir para evitar nuevas tensiones macroeconómicas pero considera adecuado reducir las tasas para colaborar con la recuperación de la inversión de las industrias y el consumo (demanda agregada).

“La decisión de bajar cuatro puntos la tasa de interés fue adoptada tomando como una referencia la consolidación de la desaceleración inflacionaria”. Los precios subieron al menor nivel de los últimos seis meses (2,3 por ciento) y permiten a la autoridad monetaria reforzar su estrategia de reducción de las tasa de interés.

La nueva gestión del Central considera que el problema de precios no puede atacarse únicamente con una política monetaria contractiva (como intentó el Gobierno anterior subiendo irracionalmente el rendimiento de las Leliq o cortando la emisión de pesos). La propuesta del Central junto con el resto del equipo económico es desindexar la economía a partir de contener la suba de los precios básicos.

Desde diciembre se evita saltos abruptos del tipo de cambio comercial, de las tarifas y con política de ingresos se busca un acuerdo para contener la carrera entre salarios y precios. La baja de la tasa de interés desde esta perspectiva no es un problema para contener el proceso inflacionario. Por el contrario es una medida más para moderar la recesión económica y volver a la senda de crecimiento del mercado interno. La baja de la tasa incluso colabora en reducir el costo del financiamiento de las empresas y resta presión en las remarcaciones.

Financiamiento productivo

El Banco Central anunció este jueves también una nueva baja de la tasa de financiación para las micro, pequeñas y medianas empresas. “El Directorio del Banco Central a través de la comunicación A 6901 dispuso reducir al 35 por ciento las tasas de financiación para mipymes que deben otorgar los bancos”, aseguró. Las entidades financieras pueden acceder a la flexibilización de encajes si destinan parte de sus recursos a financiar a firmas de menor escala y por tanto vulnerables a la volatilidad de las tasas.

“Esta medida se encuadra entre los lineamientos de la política monetaria y tiene en cuenta que la intermediación crediticia se encuentra en niveles relativos muy bajos. La apuesta es poder acompañar la disminución en las tasas de interés de política monetaria de las últimas semanas”. Desde que se puso en vigencia en enero la herramienta para estimular el financiamiento a mipymes, las pequeñas empresas mostraron buena respuesta a este nuevo crédito a tasa menor de la de mercado.

El Central tiene entre sus estrategias para 2020 la prioridad de recuperar el crédito accesible a las empresas para permitirles recuperar capacidad de producción. La política monetaria de los últimos años en la que se priorizó la especulación financiera (con las Lebac y luego las Leliq) fue nociva para estimular el crédito productivo.