El desembarco del saencismo, que se rumoreaba, y operaba, en los salones y pasillos del Partido Justicialista, ayer comenzó a concretarse con la renuncia del presidente de la Comisión de Acción Política, Santiago Godoy, a la que se sumarían en las próximas horas las de otros integrantes.

De esta manera quedó allanado el camino para que asuma Pablo Outes, el elegido por el gobernador Gustavo Sáenz para comandar la CAP, tal como se decidiría en un congreso extraordinario que convocaría el Consejo partidario en unas semanas.

Más allá del declive electoral que sufrió el justicialismo en las últimas elecciones provinciales, principalmente en la Capital, el tiro de gracia llegó por el ahorcamiento económico que sufre al dejar de recibir los aportes que afiliados y agrupamientos políticos realizaban con un porcentaje de su sueldo de empleados estatales.

La decisión de Sáenz de direccionar obligatoriamente esos aportes, tanto en el Ejecutivo como en la Legislatura, a su partido PAIS, dejó al PJ en una situación límite, al extremo que los sueldos de enero del personal se pagaron parcialmente.

Ante esta situación, la salida que vieron algunos de los actuales consejeros fue la de recurrir al gobernador, quien aunque nunca mostró una intención manifiesta de volver podría retornar al partido que lo formó como dirigente y en el que militó hasta su derrota como candidato a senador en 2013.

De esta manera, Outes mediante, se habilitará un flujo de dinero que le permitirá sobrevivir al PJ y llegar competitivo a las próximas elecciones, en la que además recibirá escasos fondos de los que distribuye el Tribunal Electoral, dada su mala perfomance electoral en noviembre último.

La condición exigida por los enviados del saencismo fue la de disponer de los lugares de la CAP, especialmente la presidencia que ostentaba Godoy, quien intentó hasta el final llevar al justicialismo salteño a los lineamientos que marca el PJ nacional, encolumnado detrás del gobierno de Alberto Fernández.

En las últimas elecciones nacionales el PJ local fue el único del país que no estuvo en el Frente de Todos, sino que compitió con Consenso Federal, que llevaba al presidente del Consejo, Juan Manuel Urtubey, como candidato a vicepresidente.

El ex gobernador actualmente mantiene la dirección del partido, pero solicitó licencia por su viaje a España, ante lo cual asumió Pablo Kosiner, el vicepresidente. 

En su carta de renuncia Godoy reiteró su interés en confluir con la Nación, pero reconoció que en Salta se avanza en un rumbo contrario con el que no está de acuerdo, por eso expresó que el “PJ no está en condiciones de quedar inmovilizado por disputas internas”.

Si bien anunció que seguirá militando en el peronismo como afiliado y desde su banca de diputado, en la que le quedan dos años más de mandato, adelantó que participará del Congreso Nacional del Partido Justicialista que se hará en Buenos Aires el 5 de marzo, y en el que se podría llegar a tratar la grave situación institucional de Salta. 

Otro paso en el acuerdo

Por lo pronto una de las incógnitas que se plantean es cual será el futuro de Urtubey y su eventual convivencia con el saencismo en la CAP. Por el momento no son pocos los indicios que parecen confirmar las versiones del acuerdo electoral que hizo con Sáenz y que le permitió desde su autodenominada condición de “prescindente”, que no fue tal, sostener una estructura de leales en el Ejecutivo Provincial.

Esta alianza secreta sería el motivo de la paciencia de Sáenz para evitar involucrar a Urtubey como uno de los responsables del ocultamiento de la grave situación sociosanitaria que se vive en el norte provincial, en la que hasta el momento solo se insinuó en abstracto sin nombres propios o apuntando a la segunda línea del gobierno anterior.

Otro dato llamativo es la conformación de la futura Corte de Justicia, en la que Horacio Aguilar, abogado de Urtubey y de Sáenz, ocupará una de las dos nuevas bancas aprobadas recientemente en la Legislatura. El letrado llegaría al tribunal supremo mediante el "cupo U" negociado por el ex y el actual gobernador, y para el que también se manejaban los nombres de Pamela Calletti y del propio hermano del ex mandatario, Rodolfo Urtubey. 

Igualmente este arreglo no se terminaría en el reparto de lugares en el máximo tribunal salteño, sino que se estiraría hasta las próximas elecciones nacionales, en la que Urtubey buscaría retornar a los primeros planos accediendo al Congreso con el apoyo del saencismo. Por lo que la convivencia en el PJ no sería traumática ni mucho menos, sino todo lo contrario.