La epidemia del coronavirus Covid-19 no solo obligó a la suspensión de varias competiciones deportivas, sino que también afectó a varios de los gigantes de la industria deportiva, que vieron cómo la situación en China impactó en sus ventas, sus proyecto y sus previsiones de negocio.

La epidemia, que ya contagió a casi 75.000 personas, la mayoría en China pero también en otros 26 países, no sólo provocó la postergación del Gran Premio de China de Fórmula Uno, la suspensión de la Superliga china o el movimiento geográfico de varios torneos preolímpicos, sino que impactó de manera negativa en las grandes firmas del deporte que tienen al gigante asiático como uno de sus principales mercados.

La alemana Adidas notificó esta semana a través de un comunicado que su actividad en China se redujo desde el 25 de enero un 85 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, debido al cierre de tiendas y la reducción del tráfico de productos.

"Como la situación evoluciona día a día, la magnitud global del impacto en nuestro negocio de 2020 no puede ser cuantificada", admitió la compañía alemana de las tres tiras paralelas.

Adidas tiene una amplia presencia en China de 12.000 tiendas, de las cuales la mayoría son franquicias, ya que solo 500 son tiendas propias, según precisaron a la agencia EFE fuentes de la multinacional alemana.

Otra de las grandes compañías de la industria deportiva que reconoció el impacto del coronavirus fue Puma, que en la presentación de sus resultados del año 2019 admitió haberse visto "afectada negativamente" por la neumonía de Wuhan.

"Nuestro negocio en China se vio fuertemente afectado por las restricciones y medidas de seguridad implementadas por las autoridades", admitió el director general de la compañía, Bjorn Gulden, que reconoció que esta situación está afectando también a otros mercados, por el descenso de turistas chinos. La compañía del felino coincidió en que la situación actual tendrá un impacto en su negocio de 2020 "imposible de predecir".

No son las únicas, porque la estadounidense Nike admitió a principios del mes de febrero que había tenido que cerrar al menos la mitad de sus tiendas en China por la epidemia.

Por su parte, la también estadounidense Under Armour admitió que había previsto un impacto negativo del coronavirus en sus ventas de entre 50 y 60 millones de dólares en sus resultados del primer trimestre de 2020, en un comunicado en el que admitía que esas cantidades solo se refieren a los primeros tres meses del año.

"Teniendo en cuenta el significativo nivel de incertidumbre con esta situación, los resultados del año completo puede que no se vean afectados", agregó la compañía en un comunicado.