La tasa de homicidios en Santa Fe es un escándalo: 9.5 cada 100 mil habitantes. La tasa de mortalidad en siniestros viales es muy superior: 15.3 cada 100 mil habitantes. Todos hablamos todo el tiempo de la primera y casi nada de la segunda. Esto es lo llamativo de una tragedia que, además, golpea muy fuerte en la juventud: siniestros viales y homicidios dolosos son las principales causa de muerte de jóvenes entre 15 y 30 años. Traducido a términos absolutos: en 2018 los siniestros viales se llevaron 521 vidas (en 2013 fueron 732!) según el Observatorio de Seguridad Vial, o sea 167 vidas más que los homicidios dolosos (fuente: Ministerio Público de la Acusación).

Sobre esto y otros temas Rosario/12 dialogó con el director de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, Osvaldo Aymo. Afirma que “es la primera vez que se hace cargo de la Agencia de Seguridad Vial alguien especializado" en la materia. No duda cuando recita el objetivo: "Bajar 30% las muertes en estos 4 años. Nuestra política tiene tres ejes claros: velocidad, control de alcohol y de motos dentro de los ejidos urbanos”, afirma.

—La mayoría de muertes en ruta, por lejos, es sobre las rutas nacionales que atraviesan Santa Fe. ¿Qué le dijeron al respecto los nuevos funcionarios nacionales?

—Sí, es así. Ellos vienen a plantear la radarización de todas las rutas nacionales, con lo cual estoy totalmente de acuerdo.

—Además hay serios problemas de insfraestructura en esas rutas. ¿Legalmente está resuelto quién controla?

—Sí, porque el área jurídica provincial ya está trabajando un convenio con las de la Agencia nacional. Hoy está caído el convenio con Gendarmería, pero ya nos reunimos con el comandante Lema. No entiendo cómo la Policía Vial y la Gendarmería no han trabajado juntas. Como dice nuestro gobernador, en conjunto se puede potenciar un esquema para otras cuestiones, como droga, armas, etc. Lo mismo con Prefectura.

—En el verano pusieron el eje en controles de alcoholemia.

—Instalamos el control de alcohol todo el día, todos los días. Me llamó la atención que instalamos el control de alcohol a los choferes profesionales, para los que la tolerancia es cero, y encontramos casos positivos, algunos muy altos. Quiero decir..., esto estuvo siempre. ¿Por qué se detecta ahora? Porque está el control.

—Hacer más controles exige más recursos. ¿Los va a tener?

—Desde la agencia tenemos recursos, por ejemplo para instalar el tema de los alcoholímetros. Trabajamos con los municipios, se los damos en comodato… no por tenerlos nomás, les pedimos que rindan datos, información para diseñar políticas. 

—El proyecto de emergencia que está en la Legislatura propone quitarle el 50% de los ingresos a la APSV para mandarlos a un fondo de emergencia en seguridad. Será un golpe muy fuerte para la Agencia.

—Sí. Pero hay una cuestión. Me entero que de la cantidad de multas que se labran, sobre todo en los éjidos urbanos, se cobra sólo entre 15 y 20%. Nos preocupamos porque las penas tienen que ser ejemplificadoras, pero no si las pagan... Si no la pagan es impunidad.

—¿Quiere decir que lo va a reemplazar con mejor gestión de cobranza?

—Sí, ya lo estamos implementando.

—¿Qué monto significa esa quita del 50%?

—Es difícil precisar porque hay otra cuestión en el medio, que es la ley que se aprobó a fin de año que bajó a la mitad las multas por el alto precio de los combustibles. Esa ley tiene algo interesante que es que escalona las faltas, las hace proporcional. El tema es que pone el tope de 300 UF (unidades fijas) y los baja a la mitad, y a su vez baja el litro de nafta a la mitad. Para mí la bajaron mucho. Y otra cosa, la ley es retroactiva y se aplica a multas que se hicieron cuando regía la anterior legislación.

—En definitiva, va a tener que hacer muy buena gestión de cobro... En las últimas horas trascendió que desde diciembre la provincia no envía las notificaciones por multas y que no se podrán cobrar. ¿Qué ocurrió?

—No es así. No habrá impunidad y todos van a recibir su notificación. Trabajamos en la reglamentación de la nueva ley. Los equipos jurídicos están en eso, particularmente lo referido a las faltas graves (más de 20 km/h del máximo permitido) para las que no se autoriza el pago voluntario con descuento.

—Cambiamos de tema. Santa Fe vive en boca de todos por la violencia. La tasa de homicidios, que es un escándalo, es 9.5 cada 100 mil habitantes y la tasa de mortalidad en siniestro viales es 15.3. Todos hablamos todo el tiempo de la primera y casi nada de la segunda.

—¡Es muy cierto! El tema de la percepción es central. Tenemos más percepción de riesgo de que alguien nos puede asaltar a que vayamos a morir en un siniestro de tránsito, porque creemos que lo del tránsito lo manejamos nosotros. Y en verdad una persona no puede estar todo el tiempo alerta en el volante de un vehículo, como no puede estar todo el tiempo alerta a la posibilidad de que le roben, porque el cerebro le va a estallar. ¿Entonces qué hace? Baja el nivel de alarma. Y ahí es donde ocurre el asalto o el accidente. Es muy importante la pregunta porque desnuda que desde el punto de vista ciudadano preocupa más la inseguridad que la seguridad vial.

—No sólo los ciudadanos, la agenda de los gobiernos.

—Es cierto…

—Lo que charlábamos recién con respecto a la decisión de usar fondos de seguridad vial para atender la inseguridad...

—Sí, pero fíjate que hubo un mensaje muy claro de nuestro gobernador. Dijo que la seguridad vial es una prioridad.

—¿Cómo está Santa Fe con respecto a otras provincias?

—Hay que tener en cuenta algunas cosas. Primero la posición geográfica; segundo la presencia de los puertos más importantes del país; una red vial obsoleta. Todo eso hace una cuestión compleja. Con respecto a lo estadístico, siempre hay que mirar tasas y no cantidad de muertos. Porque si no siempre está primero provincia de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Si medís por muertes cada 100 mil habitantes la cuestión se invierte totalmente. Ya no se muestra el problema por número de muertos en ningún lugar del mundo. Los países desarrollados miden por cada 100 mil habitantes, por cantidad de vehículos, por cantidad de combustible, por millón de kilómetros recorrido…

—El Observatorio de Seguridad Vial hace ese seguimiento. ¿Es buena la base estadística?

—Sí, el Observatorio trabaja excelentemente bien. Somos la única provincia con dos cuestiones muy importantes: tenemos el mapa de calor y la georreferenciación de cada siniestro. Todavía tenemos algún problema con la fuente de información.