Argentina ya tiene a los cinco representantes que disputarán la serie de Copa Davis ante Colombia, del 6 al 7 de marzo en el Palacio de los Deportes de Bogotá, bajo techo y sobre polvo de ladrillo. El capitán Gastón Gaudio y el subcapitán Gustavo Marcaccio se tomaron hasta el último minuto para definir el plantel, conformado finalmente por Guido Pella, Juan Ignacio Londero, Leonardo Mayer, Horacio Zeballos y Máximo González.

El cuerpo técnico demoró la decisión al límite por un motivo no menor: la trascendencia de una eliminatoria que, si bien configura una etapa clasificatoria, toma el valor de una final. Ganar significaría jugar las Finales de Madrid por segundo año consecutivo -Argentina fue uno de los invitados en 2019-, con un premio económico de calibre tanto para los jugadores como para la Asociación Argentina de Tenis. Una eventual derrota, por el contrario, dejaría una sensación de fracaso y desazón para un equipo que, incluso diezmado, partirá hacia Bogotá como favorito.

Para Gaudio, por caso, será una serie trascendental. Ya enfrentó a Colombia en su debut en la silla en 2018, cuando compartió la capitanía con Guillermo Coria y Guillermo Cañas, en un choque sin valor real por la reestructuración de la competencia. En Madrid llevó al equipo hasta cuartos de final, instancia en la que cayó ante España, liderada por Nadal. Esta vez, sin embargo, habrá otro tipo de obligación: el objetivo será ganar sin la mejor formación posible y en la altura, donde la bola viaja a otra velocidad por la menor presión de aire.

Ante la ausencia de Diego Schwartzman, desgarrado en el aductor mayor de la pierna izquierda, Gaudio eligió convocar a Pella, incluso disminuido en lo físico. "Gastón me comentó la idea para esta serie y yo le conté de mis problemas físicos. Pero la Copa Davis es una prioridad, quiero estar, aunque no sé si voy a llegar", manifestó el bahiense, de asistencia perfecta en la competición desde su debut en marzo de 2016. El zurdo de 29 años padece dos lesiones. En primer lugar tiene un problema en la rodilla llamado Síndrome Patelar, que genera el desgaste del cartílago y no ofrece cura, aunque en su caso lo tiene controlado; y también arrastra un Neuroma de Morton, un engrosamiento del tejido del nervio que produce pinchazos en el pie y le impide pisar.

La inclusión de Pella se explica como golpe de efecto y porque el reglamento ofrece la posibilidad de hacer dos cambios hasta una hora antes del sorteo, que será el jueves 5 de marzo. Habrá que ver cómo evoluciona en la próxima semana y media. En caso de no llegar, la primera alternativa del cuerpo técnico es Federico Coria, quien viene de alcanzar los cuartos de final del ATP 500 de Río en la mejor semana de su vida y quedó al borde del top 100 del ranking.

Bogotá se encuentra nada menos que a 2600 metros sobre el nivel del mar. Las condiciones de juego serán diferentes porque la bola no baja y la presión del aire favorece a los pegadores con impactos planos. El propio Pella había analizado las dificultades de jugar en la altura: "No hay una fórmula. Cuanto más plano le pegues es mejor; con efecto no se puede jugar porque la pelota no baja. El único jugador que le pegaba con efecto era Víctor Estrella, que ganó tres veces en Quito y era el único jugador de la historia que hacía bajar la pelota en la altura. Hay que pegarle fuerte y no hacer mucha cosa con la mano porque no sirve". El bahiense es un jugador de base pero su presencia en el equipo tiene una explicación: el peso propio.

Juan Ignacio Londero, el número uno del plantel en caso de que el zurdo no pueda llegar, tiene experiencia en la altura y ofrece un juego más plano. En abril de 2018, cuando estaba fuera de los 350 mejores del ranking, ganó dos Challengers en fila y tomó un envión inicial para recuperar su carrera. El segundo fue en la Ciudad de México, a 2250 metros de altura, después de eliminar en semifinales a Daniel Galán, precisamente el singlista número uno de Colombia para esta serie. El cordobés, cuya vida cambió de forma rotunda después de ganar el Córdoba Open un año atrás, hará su debut absoluto en el equipo nacional.

Leonardo Mayer, un jugador copero por excelencia que no atraviesa su mejor momento -suma nueve derrotas al hilo en primeras rondas de ATP; no gana desde Umag, en julio de 2019-, se caracteriza por sus cualidades ofensivas, por sus golpes planos y por su servicio. El correntino de 32 años tiene mucha experiencia, suele crecer cuando actúa en la Davis y será una carta preponderante para Gaudio, que tendrá que sacar adelante su mayor desafío desde que asumiera como capitán.

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