Esta mañana, en reunión con el gobernador Omar Perotti, los dirigentes de Central intentarán por una vez más revertir la clausura parcial del Gigante de Arroyito para el encuentro de mañana ante Arsenal. Del cónclave participarán además autoridades de Newell’s, Colón y Unión y se tratará también la problemática de los costos que asumen los clubes por lo operativos de seguridad, con montos que se triplicaron por decisión del gobernador.

La dirigencia de Central está decidida a jugar con público el partido del domingo con Arsenal. El gobierno provincial, por su parte, se muestra inflexible en la intempestiva sanción que le aplicó a Central con dos de las cuatro tribunas del estadio clausuradas para el juego del domingo en el Gigante.

Ante la gravedad del conflicto, esta mañana en sede de Gobernación, Perotti recibirá a los directivos de Central. En la ocasión las autoridades canayas harán un último intento por revertir la clausura, al menos parcialmente. Porque con las plateas del río habilitadas los directivos están dispuestos a jugar el partido sin socios en las populares que dan espalda al club Regatas.

En caso de mantenerse las posturas inflexibles, la directiva de Arroyito acudirá a la Justicia como última opción, lo que significaría una ruptura de relaciones con las nuevas autoridades provinciales que sin lugar a dudas perjudicará a ambos: al gobierno y Central.

Pero en el cónclave fueron citados también directivos de Newell’s, Colón y Unión. Porque el gobierno dará a conocer sus políticas de seguridad para los partidos de fútbol, aunque ya mucho se dejó entrever con la inesperada sanción a los canayas. Y los clubes, por su parte, harán hincapié en la necesidad de rectificar lo resuelto por Perotti, quien triplicó los costos de contratación de policías para los operativos en los estadios de la provincia, superando el millón de pesos la erogación por seguridad en cada encuentro.