La salida de Sonia Alesso, Pedro Bayúgar y Martín Lucero de la paritaria docente parecía ayer un desfile del gesto adusto. Fue la primera reacción de los líderes de Amsafé y Sadop tras recibir la propuesta salarial del gobierno de Omar Perotti a los maestros santafesinos, que también es la primera y sólo por tres meses: un aumento de bolsillo de 3.000 pesos en marzo, abril y mayo –9.000 en el trimestre- y la posibilidad de negociar una actualización del sueldo en junio. La cláusula gatillo se perdió en el pasado. “Está lejos de nuestras aspiraciones”, dijo Alesso apenas la rodearon micrófonos y cámaras de TV. “No es lo que esperábamos”, coincidió después Bayúgar. Lucero era el más indignado: “Es difícil de explicar. Es probable que los compañeros la rechacen”, alertó el secretario general de Sadop Rosario. Las rondas sindicales comenzaron ayer mismo a la tarde, así que la respuesta se conocerá por estas horas, en el caso de Amsafé, la asamblea provincial está prevista para este sábado a la mañana. Y si el resultado es que el pronosticó Lucero en caliente, el ciclo lectivo arrancará con conflicto en las escuelas.

Los principales negociadores de Amsafé y Sadop salieron casi al mismo tiempo del despacho del ministro de Trabajo Roberto Sukerman, donde se realiza la paritaria. Los semblantes eran tan expresivos como los gestos previos: tuvieron que esperar casi una hora a la ministra de Educación Adriana Cantero, ver el paso rápido de los dos enviados del ministro de Economía Walter Agosto, que fueron los primeros en irse y llevarse la oferta oficial en papel borrador.

Cantero hizo su mejor esfuerzo para explicar la propuesta: un retoque del 3% del valor índice (que actualiza los componentes del salario), pero a diciembre de 2019. Más, un aumento de 870 pesos por material didáctico. Más, 1.250 pesos que aporta el gobierno nacional. “Eso implica un incremento de 3.000 pesos en el bolsillo del docente inicial”, sintetizó la ministra. Es una propuesta por tres meses: marzo, abril y mayo. “Y en junio nos volveríamos a reunir para negociar una actualización”, prometió. Según los dirigentes sindicales el aumento no llega ni al 10 por ciento. Hoy el salario docente mínimo ronda los 33.500 pesos, así que llegaría a 36.000.

La ministra ya estaba al tanto del malestar de los dirigentes de Amsafé y Sadop. “Es la mejor propuesta posible, en un contexto muy difícil de restricciones financieras y económicas” de la provincia, dijo. “Es lo que podemos pagar”.

-¿Le parece aceptable? –le preguntaron.

-Si hicimos una propuesta es porque la consideramos aceptable, en el contexto actual. Es por tres meses y abierta a negociar en junio una actualización de los salarios, que es lo que todos los colegas docentes pedían. Es una opción que merece ser analizada -respondió.

-¿Peligra el comienzo del ciclo lectivo?

-Quiero pensar que no. Trabajamos mucho para que los chicos tengan clases en la provincia –dijo la ministra. “Mi mensaje a los docentes es que estamos en un momento muy difícil. Muy difícil –repitió-. Todos hacemos un gran esfuerzo porque queremos que la Argentina se ponga de pie después del deterioro que hemos sufrido en estos últimos años (del gobierno de Mauricio Macri). Y que también la provincia se ponga de pie. En la medida que la economía mejore, aumente la producción, el trabajo, el consumo interno, las posibilidades de la sociedad, vamos a mejorar los salarios. Todos queremos que en el promedio del año el salario docente le gane a la inflación”, prometió Cantero. “Pero en este momento” de restricciones financieras “es lo que podemos ofrecer. Si la situación cambia, volveremos a negociar en junio”.

La secretaria general de Amsafé sugirió que será difícil que el aumento que ofreció Perotti pase las asambleas del gremio. “La propuesta está lejos de nuestras aspiraciones. La vamos a poner a consideración, pero está muy por debajo de las expectativas de la docencia”. Y cuando le insistían si el lunes habrá clases, Alesso contestó: “Lo van a decidir los maestros, el sábado a la mañana. No quiero seguir calificando (el ofrecimiento), pero nos parece que está muy lejos de las pretensiones de los docentes”.

En tanto, a Lucero le costaba calmar el enojo. “Esta propuesta está muy lejos de lo que hablamos. Nosotros pedíamos la cláusula gatillo. Ellos plantean volver a reunirnos en junio. Es mucha incertidumbre. Lo más probable es que la gente no la acepte. Lo más razonables es que la rechace”, adelantó.