Ignacio Actis Caporale se sentará desde mañana en el banquillo de acusados como organizador de una banda que comercializaba estupefacientes. En el juicio que inicia este miércoles habrá otros nueve acusados por tráfico de drogas que en 2012 logró las primeras detenciones, pero que tomó relevancia tras el arresto del principal imputado, conocido en su entorno por el apodo de "Ojitos". Un muchacho que hasta entonces no tenía inconvenientes con la ley, y que la Policía de Seguridad Aeroportuaria lo apresó en el Autódromo "Juan Gálvez", de la ciudad de Buenos Aires. Estaba en un Ford Fiesta, listo para competir en la última carrera, a fines de 2016, bajo el nombre de Alex Aqua. Estaba prófugo desde hacía cuatro años. Esa vez, volaba desde Colombia hacia Buenos Aires, pero se bajó en Lima para desaparecer cuando alguien le avisó que en Rosario la PSA había allanado su departamento de Presidente Roca al 600, en pleno centro de la ciudad. 

La acusación que estará a cargo del fiscal Federico Reynares Solari apunta a Caporale -único detenido- como organizador de un grupo que proveía de estupefacientes a Norma "La Tía" López en unos veinte quioscos de los barrios La Cerámica y El Churrasco, en zona norte de la ciudad. "Es una causa que tuvo gran trascendencia y de alguna manera escapa a la lógica del punto de venta barrial en zonas más humildes", dijo el fiscal ayer, en diálogo con Rosario/12. En la investigación hay escuchas que lo involucran, al igual que a otras nueve personas -entre ellas, su padre, Jorge Actis Caporale, un mecánico del barrio Acindar- que llegarán a la audiencia en libertad por tener los plazos de detención vencidos. El fiscal les asigna diferentes roles dentro de la estructura delictiva.

Los jueces a cargo del debate oral y público serán Eugenio Martínez, Osvaldo Facciano y Ricardo Moisés Vázquez; y se prevé que el juicio dure una semana para la producción de toda la prueba. 

Antes de ser puesto a disposición de la Justicia, "Ojitos" logró evitar dos veces el arresto. Primero, en 2012, al enterarse en pleno vuelo desde Colombia de que sus conocidos estaban siendo detenidos, por lo que decidió quedarse en una escala, en el aeropuerto de Lima. Meses después, la policía volvió a encontrarle el rastro en la ciudad de Buenos Aires, pero esa vez logró escapar. 

Por otro lado, en septiembre de 2014, la Justicia Federal de Rosario condenó en juicio abreviado a once personas, entre ellas "La Tía". Además, fueron sentenciados dos policías en actividad del Comando Radioeléctrico, que quedaron detenidos tras recibir dinero en uno de los puntos de venta.