Los cuerpos hablan en las autopsias es el frase más repetida por los especialistas. El lunes, el cuerpo de Carlos Orellano -quien apareció flotando en el río luego de ir a bailar en un boliche de la costa- habló descarnadamnte. "Lo que se encontró son numerosas lesiones vitales en distintos lugares del cuerpo -según entendió Virginia Creimer, perito forense del caso- además un hemotórax, es decir sangre libre dentro del tórax izquierdo, múltiples contusiones en el pulmón izquierdo, lesiones en la espalda y en la cintura, y también en miembros inferiores. Pero una de las más características son algunas marcas que se encuentran alrededor del cuello, no directamente en el cuello sino en la región del omóplato y los hombros las que nos están dado un pauta que la fuerza ejercida sobre el cuerpo de Carlos fue justamente realizada por personas que conocen el manejo de restriccón sobre otro individuo. Es decir, esto lo he visto en las últimas tres décadas en el accionar de las distintas policías que utilizan mal un técnica de restricción que se llama 'mata león' en las artes marciales,  en la que se  envuelve el cuello con el brazo y el antebrazo, sin dejar lesiones externas, esta toma puede llegar a matar a una persona", dijo Creimer en "Trascendental", por LT8.

El abogado de la familia Orellano, Salvador Vera, señaló que las primeras impresiones que arrojó la autopsia practicada en el cuerpo del joven confirman "una muerte violenta y una situación de homicidio, a Carlos Orellano lo mataron". "Son elementos forenses que se han trabajado en la autopsia y que indican esta situación", agregó Vera.

En tanto  Edgardo Orellano, padre de Carlos, afirmó que su hijo "cayó al agua prácticamente muerto". También apuntó contra el Instituto Médico Legal (IML) al asegurar que "a la perito de parte la maltrataron". “El chico tenía muchos golpes en la cabeza, en los hombros, sangre en un pulmón y no tenía ni una gota de agua”, consignó  Edgardo.

 “Hay otra hipótesis: no sabemos si cayó al agua desde afuera del boliche o desde adentro. Cuando lo sacaron del boliche ya estaba muerto. Dos metros más acá, o dos metros más allá, da lo mismo”, rezonó el padre de Carlos y deslizó que “supuestamente lo mataron en algún lugar de la confitería, en alguna parte del reservado, esperaron que se vayan todos los chicos a las 5 de la mañana y después lo tiraron al agua”.

La voz disonante fue la de la directora del Instituto Médico Legal, Alicia Cadierno, quien retrucó de manera categórica: hasta el momento "no hay ningún elemento" para afirmar que Carlos Orellano haya muerto a golpes como afirmó su padre. "No tenemos hasta el momento ningún elemento para afirmar semejante cosa. Y si es que lo son, son lesiones que no pueden ser vinculadas de forma directa con la muerte. Estoy absolutamente segura de afirmarlo, no hay lesiones oseas subyacentes", sentenció Cadierno a la hora de contraponer la versión difundida por el padre del joven tras la realización de la autopsia en el IML.

Consultada sobre si Orellano cayó vivo o muerto al agua,  Creimer fue muy clara: "En realidad todavía hacen falta análisis, por lo que sería poco científico de mi parte apresurarme. Prefiero hacerlo cuando tenga los analisis complementarios". En este punto Creimer destacó un pedido, casi en tono de reclamo: "Estos análisis deben salir de Rosario, de la provincia mejor porque el corporativismo y la obstrucción de justicia y de investigación que vimos ayer superó todos los casos anteriores que tuve en Rosario. En muchos de esos casos como Pichón Escobar, Franco Casco o María de los Angeles Paris, apliqué el Protocolo de Minesotta, y en ellos se nota evidentemente una connivencia o mirada para el costado entre el Instituto Médico Legal, las fiscalías y hasta con los jueces, como en este caso". Por este motivo Creimer opinió que "los análisis deberían hacerse en el laboratorio de la morgue de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por su experiencia". 

Asimismo, manifestó su discrepancia respecto a la forma en la que se le practicó la tomografía al cuerpo de Orellano con todos sus elementos y vestimenta tal cual fue hallado en el Paraná. "Si una persona ingresa a un equipo de tomografía con monedas llaves y collares, lo único que hace es que se vea son luces porque refleja el metal", enfatizó.

Pese a las declaraciones de Cadierno respecto a la conformidad de todas las partes presentes en el estudio forense, Creimer fue lapidaria. "Después de las dos horas que tuvimos de audiencia junto con los familiares, el juez finalmente me permitió acceder con mi equipo, me prohibió que tocara el cuerpo. De hecho, como estaban haciendo la autopsia de forma incorrecta, porque no estaban midiendo las lesiones, puse la regla como está estipulado en el protocolo de Minnesota, uno de los médicos autopsiantes me dijo: 'doctora, usted no puede tocar el cadáver'. ¡Una ridiculez!", sentenció.

"Lo que pasó en esta autopsia es vergonzoso en todo momento. Y como si eso fuera poco, uno de los médicos de parte del boliche estuvo sacando fotos con su celular, una vergüenza teniendo en cuenta la situación a la que nos sometieron para impedir nuestro ingreso. Está claro que acá la balanza está inclinada para un solo lado", concluyó Creimer.