El impacto fiscal del decreto 37/2019 firmado en diciembre, por el cual se dejó sin efecto el límite de 4 pesos por dólar a los derechos de exportación sobre la soja (dispuesto por el gobierno de Mauricio Macri en septiembre de 2018), será de alrededor de dos mil millones de dólares durante este año. En cambio, el impacto de las modificaciones (subas y bajas) en las retenciones anunciadas este martes será neutro, ya que las compensaciones a pequeños productores y bajas del derecho de exportación para algunos cultivos regionales (pescado, legumbres y lana ovina, por ejemplo) representan una suma equivalente a la resultante del aumento al 33% de la alícuota para la soja. 

Así lo explicó a este diario el ministro de Agricultura, Luis Basterra, después de efectuar los anuncios. "El impacto fiscal es neutro, pero en términos de equilibrio social y territorial es un avance importante, porque le exige un sacrificio a los que más tienen y distribuye a favor de los más pequeños y de las cultivos regionales", describió el funcionario el sentido de la medida.

En cifras, el aumento del 30 al 33 por ciento de las retenciones a las exportaciones de soja significarían, en términos brutos, un ingreso extra para el fisco de 492 millones de dólares, según el cálculo de Agricultura. Pero ese número surge de un cálculo sobre el total de las exportaciones de soja previstas para este año. A ese volumen hay que detraerle una cantidad declarada con anticipación por los exportadores para evitar el impacto de la suba (hasta que el gobierno decidió el cierre del registro de exportaciones), que se estima que ronda entre el 26 y 28 por ciento de la cosecha (unas 15 millones de toneladas). Ello representa unos 135 a 140 millones de dólares que no ingresarán al fisco con la suba de la alícuota. Así, quedarían aún como saldo a favor de las arcas fiscales unos 355 millones de dólares.

El esquema presentado el martes dispone una compensación a favor de los productores que liquiden menos de 1000 toneladas en esta campaña que oscila entre 3 y 12 puntos de la alícuota (la reduce al 30 por ciento en un caso, y al 21 en el otro extremo). Esta política significará un costo fiscal, en devoluciones a productores, calculado en 185 millones de dólares.

Por otro lado, están las rebajas de alícuotas para diversos productos: Arroz , maní, carne porcina, lana ovina, embutidos, girasol, pescado y legumbres. El impacto fiscal de esta medida significa un costo anualizado de 160 millones de dólares. 

De tal modo, la distribución por compensaciones y baja de retenciones a cultivos regionales suma unos 345 millones de dólares, prácticamente equivalentes a los 355 millones de dólares extra que dejará la suba de la alícuota para la soja al 33%.